Sus nombres ocuparon cientos de páginas de periódicos y fueron conocidos en todo el mundo. Legiones de fans esperaban con avidez cualquiera de sus novedades y se convirtieron en poco tiempo en auténticos boom musicales. Sin embargo, la sobreexposición mediática dio paso a carreras más estables y proyectos más personales que les alejaron del fenómeno fan más arrollador. Continuaron cantando, sí, aunque el mismo carácter efímero de la fama les alejó, no de los números uno, sino de las listas de los temas más rompedores del momento. En el cúmulo de artistas que cada año ven la luz en el panorama musical, ¿a quién se le ha perdido la pista?
Nick Kamen es una de esas voces de los ochenta que más de uno seguramente recordará con nostalgia. Dulce, romántica y con un sonido genuinamente pop tuvo en su haber cuatro discos, en algunos contó con la colaboración de Madonna, aunque sin lugar a dudas fue el tercero Move Until We Fly el que le lanzó a la fama. El single I promised myself alcanzó el número uno en ocho países europeos y fue después versionado por Dead or Alive (1999), A-Teens (2004) y Basshunter (2009). Kamen “desapareció” en 1992, fecha de lanzamiento de su último trabajo.
Tres hermanos con el pelo largo y cara de ángel fueron en los noventa una especie de precedente de los Jonas Brothers. Los Hanson, Isaac, Taylor y Zac, tenían talento y la imagen a partes iguales, y la mezcla fue explosiva. En 1997 debutaron con Middle of nowhere del que vendieron 10 millones de copias alrededor del mundo y el 6 de mayo, día del lanzamiento, fue declarado el día de Hanson en Tulsa, su ciudad natal. Después de esa locura, las cosas se suavizaron y el trío ha continuado su trayectoria de un modo más tranquilo con bastante acierto, haciendo música con con tintes más independientes para su propio sello discográfico.
¿Se acuerdan de Bros? Dos hermanos gemelos que a finales de los ochenta sacaron Push, cuyo When will be famous? tuvo una gran acogida. El grupo formado por los gemelos Matt Goss y Luke Goss sacó dos álbumes antes de disolverse en 1992. Su origen hawaiano hizo de la voz y el estilo de Glen Medeiros uno de los más atractivos cantantes de los noventa. Fue la típica estrella adolescente que con sólo 17 años ganó un concurso de la radio con el tema Nothing's gonna change my love for you que automáticamente fue un éxito en las listas. Tras algunas colaboraciones con otros músicos y un disco, Medeiros dejó de lado la música (ha dado clase en algunas escuelas) para dirigir un hotel en su país natal.
Uno de los conjuntos que más dio que hablar en los noventa fue Milli Vanilli, compuesto por Fab Morvan y Rob Pilatus en Alemania. Gracias a su álbum debut ganaron un Grammy al mejor grupo en el año 90, pero el tirón no duró demasiado ya que se les quitó el premio tras el increíble descubrimiento de que no eran sus voces las que sonaban en Blame It On the Rain o Girl I'm gonna miss you. Intentaron restaurar su reputación grabando un nuevo disco insistiendo en que esta vez sí que eran sus voces de verdad, pero este no tuvo éxito. Años después, Fab Morvan continuó con su carrera en solitario.
No rompas mi corazón, versión en castellano de Achy Breaky Heart de Billy Ray Cirus, y su coreografía pegadiza le dieron la fama en nuestro país. Coyote Dax tiene tres discos en el mercado aunque ninguno tuvo tanta transcendencia en España como el primero, que fue del que salió el filón mencionado. Su último LP vio la luz en 2003, pero Dax se recicló, al igual que ha ocurrido con otras caras conocidas, en varios realities televisivos. Otra forma de seguir en el punto de mira del público. ¿Será quizá que sólo la novedad consigue despertar el interés masivo?