Horas después de hacerse pública la autopsia del cantaor Enrique Morente, su familia ha enviado un nuevo comunicado en el que afirma de nuevo que su fallecimiento se debió a una “grave negligencia médica”, a causa de una parada cardíaca cuando estaba siendo intervenido por segunda vez y después de "horas perdiendo sangre". "Es hora de decir ya, con el aval de la autopsia, que Enrique Morente murió desangrado", explica la familia en el documento.
Los allegados del cantaor lamentan haber tenido que romper el "respetuoso silencio" que han mantenido hasta ahora para respetar la memoria de Enrique Morente, y lo justifican por la filtración de "noticias insidiosas y falsas" a partir de una "manipulación grotesca" del informe de la autopsia practicada tras su muerte. "La familia se ve obligada a informar que es falso que Enrique Morente haya fallecido por complicaciones de un cáncer de esófago y que el informe final de la autopsia diga tal cosa o nada semejante o parecido", defienden en una nota en la que añaden que dicho informe, que se entregó al juez que investiga la denuncia de la familia contra el cirujano, alude a una parada cardíaca como la causante de la muerte.
"Una parada cardíaca", detalla la familia, "que sufrió Enrique Morente mientras le estaba reinterviniendo por segunda vez el doctor Moreno cuando, según la historia clínica, el paciente llevaba horas perdiendo sangre después de la primera cirugía que se le había practicado". En el informe de la autopsia, reproducido en parte en el comunicado, se dan los siguientes datos: "La causa de la muerte está relacionada con una encefalopatía hipóxica isquémica secundaria a una parada cardiorrespiratoria intraoperatoria acaecida el día 6/12/10 y que originó una hipoperfusión encefálica global".
"Es decir", aclara la familia, "que falleció por una falta de riego sanguíneo en el cerebro, tras sufrir un paro cardíaco consecuencia de la pérdida de sangre que obligó a operarle de urgencia en la madrugada del día 6 de diciembre, sin prevenir a la familia". De esta forma, denuncian que su fallecimiento no se debió al carcinoma, "como alguien parece empeñado en afirmar". A este respecto, los allegados de Enrique Morente añaden que la necropsia "refiere los hallazgos propios del tratamiento quirúrgico del carcinoma" que sufría el paciente, si bien no encuentra ni una sola célula maligna, tumor o metástasis en su análisis.
Enrique Morente falleció el 13 de diciembre a los 67 años en la clínica de la Luz de Madrid, debido a las complicaciones surgidas tras la segunda operación que le realizó el doctor Enrique Moreno, premio Príncipe de Asturias en 1999, catedrático de Patología Quirúrgica de la Universidad Complutense y jefe de Cirugía General del Hospital 12 de Octubre de Madrid.