Enrique es pura adrenalina, creativo, apasionado... No deja de atesorar éxitos y batir récords con su nuevo disco Euphoria (el primero que ha grabado en dos idiomas, inglés y español) al otro lado del Atlántico -artista con más nominaciones a los Billboard latinos 2011- y también en España con varias semanas en el primer puesto. “El año 2010 fue increíble y el 2011 no puede haber empezado mejor, con dos canciones totalmente distintas en el número uno de Estados Unidos y, por primera vez en mi carrera, en idioma diferentes”. Enrique asegura que ha hecho sacrificios por la música y ha tomado decisiones complicadas por perseguir su sueño: “Hubo un momento crucial en mi vida: tuve que decidir entre mi carrera o mi vida personal. Tenía las ideas muy claras y me alejé, eso incluyó a mis padres, desafortunadamente. Pero siento que hice lo correcto”.
Le sigue emocionando al máximo ver al público entregado a su música y la energía no le falta. “No sé bien si mi energía procede de un gen de mi padre o de mi madre, pero lo que sí puedo confesar es que no se me extingue esa llama, que es como una emoción permanente”. Aunque se encierra en sí mismo para crear estas melodías que revolucionan a sus incondicionales, en cuanto termina de trabajar, desconecta. “La soledad me viene bien para crear. Pero cuando llego a casa, esa soledad ya no está. La comparto con mi chica y mi perro”.