Los últimos meses han tenido un sabor agridulce para Paulina Rubio. El 14 de noviembre venía al mundo su primer hijo, Andrea Nicolás, a quien ella y su marido presentaron semanas después en las páginas de la revista ¡HOLA!. Aseguraban entonces que se acercaban sus fiestas navideñas más especiales, aunque una triste noticia iba a empañar la felicidad de la artista. Poco después de recibir el año, su padre Enrique falleció, lo que sumió a la cantante en una enorme tristeza. Pero la vida sigue y hay que sacar fuerzas para afrontarla, por eso Paulina acudió a la cita que tenía en Los Ángeles estos días con el grupo Los tigres del norte para grabar uno de los temas del álbum Los tigres del norte y sus amigos. Unplugged.
La cita fue en el Hollywood Palladium a cuyo escenario se volvió a subir “la chica dorada”, fiel a su estilo juvenil y moderno, con un mini vestido en color azul combinado con complementos en tono morado. Allí habló de cómo ha pasado este último mes, tras el fallecimiento de su padre. “Ha sido difícil y triste, y no sé cómo lo hubiera enfrentado si no hubiera tenido a mi hijo, de quien estoy muy enamorada”. Insistió en que su pequeño ha sido quien ha logrado que recupere la sonrisa. “Sin mi hijo no me habría sobrepuesto y cuando logras ver la dimensión que tiene que un padre se vaya y entiendes que el fin de un ciclo en la vida se ha cumplido, esto te hace valorar todo”.
De momento se quedará un tiempo en Los Ángeles, donde ya se ha puesto manos a la obra con su próximo trabajo. “Los Ángeles siempre ha sido como mi segunda casa en Estados Unidos, me paso el tiempo en las grabaciones, atendiendo a mi niño y haciendo ejercicio, así que el día se pasa muy rápido”. La maternidad ha cambiado muchas cosas en su vida pero no logrará hacer lo mismo con su estilo, aseguró con simpatía: “Siempre hay que estar a la moda. Mi mamá fue muy hippie y yo también lo soy”. En la grabación participaron también Juanes, Andrés Calamaro y Calle 13.