El trabajo que cada vez les mantiene más tiempo separados, el cuidado de los niños… son varios los argumentos que se han dado en las últimas semanas para asegurar que la relación entre Jennifer López y Marc Anthony no pasa por su mejor momento. Sin embargo, la pareja, lejos de apresurarse a desmentir el rumor, ha actuado con total naturalidad prefiriendo decir sin palabras que su matrimonio goza de una excelente salud.
Nunca se han mostrado tímidos con respecto a sus sentimientos así que en esta ocasión tampoco lo hicieron. Jennifer tuvo que viajar a Nueva York para cumplir con algunos compromisos como embajadora de la firma Gilette, evento en el que habló de una de las partes más envidiadas de su anatomía. “Mis piernas me han llevado a muchos lugares en mi vida. El mensaje de la firma trata sobre lo que es sentirse como una diosa. Para mí, estos momentos van desde la alfombra roja, cuando es fácil sentirse así, hasta cuando entro en casa y mis hijos abrazan mis piernas”.
Terminada la cita, se reunió con su marido Marc Anthony que la esperaba para dar un paseo por la Gran Manzana y llevarla a cenar a uno de sus románticos restaurantes. Al día siguiente el artista se coló en el backstage de los ensayos del programa en el que Jennifer ejerce de jurado, American Idol, para sorprenderla. Y lo hizo, con un cariñoso beso ante la divertida mirada de sus compañeros Randy Jackson y Steven Tyler, que en broma le dijo: “¡A mí no me besas de esa manera!”.
En unas recientes declaraciones Jennifer aseguró que sus hijos son lo mejor que tiene y que le encantaría ampliar la familia. “Un tercer bebé sería una bendición. Mis hijos nos han hecho más fuertes de lo que hemos sido nunca”. ¿Quién dijo crisis?