Ibiza es una de las islas españolas que registra más cantidad de visitantes cada verano. Sus playas, sus rincones llenos de vida y que no duerme nunca son el atractivo que lleva a muchos a elegirla como lugar de vacaciones. Para descansar y perderse en sus calas de fina arena, Lolita Flores ha aterrizado precisamente allí esta semana. Ha sido este un año ajetreado, aunque muy feliz, para la mayor de los Flores, ya que al éxito de su último trabajo grabado en directo, De Lolita a Lola, se ha unido su boda con el actor cubano Pablo Durán.
No fue sin embargo con él sino con su hijo Guillermo, que ya comienza a caminar tras los pasos musicales del apellido Flores, con el que recorrió algunas tiendas escondida tras unas gafas de sol y con zapato cómodo. A la polifacética artista le espera un otoño lleno de proyectos. Aunque no se conocen demasiados detalles al respecto, será cuando salga un libro en el que, en colaboración con Javier Menéndez Flores, narra algunos episodios de su vida.
La llegada de este volumen coincidirá con los preparativos de un nuevo disco, que tal y como comentó a la publicación Diario de Ibiza, comenzarán en el mes de septiembre.