Gustos hay miles y también espacio en el ánimo de un adolescente para seguir a diferentes ídolos. Y es que el número de fenómenos que revoluciona a los adolescentes del siglo XXI aumenta cada día. Miley Cyrus, Jonas Brothers, Tokio Hotel, Hilary Duff, Avril Lavigne… todos consiguen con su música movilizar a legiones de seguidores que no dudan en esperar horas de cola para sus conciertos, tatuarse sus nombres con un rotulador o tararear hasta la saciedad sus letras.
Sin embargo, el reinado de todos ellos se ha visto invadido por un nuevo joven talento: Justin Bieber. Tiene 16 años, es canadiense y como muchos otros diamantes en bruto fue Internet el vehículo de su éxito. Aprendió a tocar solo el piano, la batería, la guitarra y la trompeta y colgaba en la red sus versiones de temas de Usher, Chris Brown, Stevie Wonder y Justin Timberlake. Un productor musical americano le escuchó y le invitó a viajar a Estados Unidos.
Así nació su primer disco My World, en noviembre de 2009, en el que participa uno de aquellos a los que imitaba, Usher, que canta en su primer single One time. Tres de sus canciones entraron en la lista de los Top 40 en USA y de los Top 15 en Canadá. Ha actuado en numerosos programas, ha dado conciertos e incluso visitó la Casa Blanca para un recital benéfico en Navidad. Es también una de las voces de la nueva versión de We are the World, que se grabó en beneficio de las víctimas de Haití.
El chico, que también ha aparecido en series de televisión, levanta pasiones allí por donde pasa y su ritmo ha conquistado a cientos de personas. ¿Qué opina de su talento? ¿Desbancará a los grandes de la música juvenil?