Han pasado siete meses desde que falleció Michael Jackson y parece que el momento de presentar a los culpables ha llegado. Según ha declarado un funcionario judicial a la agencia de noticias AP, los fiscales planean acusar de homicidio involuntario al médico de Jackson, Conrad Murray, que admitió en su momento haberle administrado el anestésico propofol al artista, aunque no en una dosis peligrosa. Tal y como explicó la fuente, esta acusación precedería una audiencia pública, en la que un juez tendría que estudiar las pruebas para decidir si existe causa para iniciar un juicio.
Sin embargo, el portavoz de la fiscalía de Los Ángeles, Sandi Gibbons, no quiso dar detalles acerca de las intenciones de su departamento. “Todo lo que puedo decir es que no hemos presentado nada. Cuando lo hagamos, lo haremos público” dijo. El viaje de Murray, afincado en Houston, a Los Ángeles desató las especulaciones acerca de lo inminente de la acusación, aunque su abogado, Ed Chernoff, dijo que su traslado se debía a motivos personales (tiene un hijo que vive en Santa Monica).
El letrado ha dicho también que, si acusaran a su cliente, se entregaría: “No tengo información de que vaya a ser acusado esta semana, pero si lo fuera, se presentaría”. La investigación sobre el caso Jackson terminó hace algunas semanas y desde entonces todos esperan que se de a conocer el nombre del culpable, si lo hay. El informe de la autopsia señaló como causa de la muerte una intoxicación de propofol, combinado con otros sedantes.