La “pareja” fue fotografiada a las puertas del exclusivo club Shoreditch House (sus miembros pagan una cuota anual de más de 1.000 euros), en el este de Londres, donde tuvo lugar la velada. La homenajeada, que vestía una minifalda en azul eléctrico y top y cazadora negras, abandonó el lugar cargada de regalos, tras cortar una curiosa tarta con reproducciones en chocolate de pintalabios, sombra de ojos y esmalte de uñas.
Siguiéndola de cerca iba Amy, enfundada en un mini vestido palabra de honor que resaltaba su figura renovada en el quirófano. Tras su regreso de Barbados, se suponía que estaba centrada en componer su nuevo trabajo aunque de momento no hay noticias con respecto a su lanzamiento. Las informaciones sobre ella tratan, como ya es una costumbre, de su vida y problemas personales: si bien hace poco se habló de reconciliación con su ex marido Blake, se dice ahora que quiere borrar todo rastro de él de su vida e incluso de su cuerpo (quiere quitarse el tatuaje en el que figura su nombre).