Recorren medio mundo en brazos de sus famosos padres y ahora son también ellos los que intentan inculcarles su amor por el deporte. Los mellizos de Jennifer López y Marc Anthony, Max y Emme, tuvieron la oportunidad de viajar este verano a Roma, una escapada familiar con la que celebraron el cuarenta cumpleaños de su padre. También han visitado en varias ocasiones el set de rodaje donde su madre grabó su última película, The Back-Up plan, por lo que conocen de cerca qué es estar rodeados de cámaras.
En esta ocasión Jennifer y Marc quisieron enseñarle al pequeño Max lo que se siente al estar entre cientos de aficionados al fútbol americano. La pareja asistió de nuevo a uno de los partidos del equipo del que son accionistas, los Dolphins de Miami, que se enfrentaban a los jugadores del New England Patriots. Desde que invirtieran en él, se han convertido en habituales de estos encuentros, de los que disfrutan desde la zona VIP de las gradas.
Jennifer volvió a dejar boquiabiertos a los fans con un veraniego vestido de rayas en blanco y negro, mientras que Marc se protegió del intenso sol con una gorra con el nombre del conjunto. Fue el propio Marc quien sentó en sus rodillas a Max, de casi dos años, que estaba un poco más interesado en lo que parecía una consola de videojuegos que en lo que ocurría en el campo. El niño ha crecido mucho desde este verano, la última ocasión en la que se le pudo ver en la capital italiana, y se sigue pareciendo mucho a su padre. Tal vez sea aún muy pequeño para apasionarse por el deporte y por eso no le prestó demasiada atención al encuentro.
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