Ha pasado unos meses muy difíciles tratando la enfermedad de Lyme, que contrajo por la picadura de una garrapata, pero ya está recuperada. Una nueva Thalía, sana y con muchas ganas de volver a encontrarse con su público, acaba de poner a la venta su nuevo disco que lleva por título Primera fila. No sólo eso, sino que no descarta compaginar sus actuaciones sobre un escenario con su aparición en alguna telenovela, para lo que ya está negociando con algunos productores. Y como no todo puede ser trabajo, entre sus planes está el de volver a ser madre.
En una entrevista con el programa El show de Cristina, Thalía se sinceró explicando que durante su convalecencia perdió las fuerzas y las ganas de hacer cosas. “Me tumbó en cama ocho meses. Era tan fuerte que no podía leer las palabras de un libro. Se me cayó el pelo, la piel se me resecó totalmente. Era difícil salir de la cama. No tenía fuerzas para nada". Tan desanimada estaba que incluso pensó que aquello acabaría en tragedia: “Vi de cerquita la muerte pasar, se me sentó cerquitita de la cama. Sientes que se te va la vida”.
Sin embargo la compañía de su familia la ayudó a salir adelante. “Fue mi hija, Sabrina Sakaë, la que me hizo levantar. Sus ojos y su aliento fueron los que me hicieron recuperarme” comentó. No es la primera vez que habla en público acerca de su dolencia, ya que recientemente aseguró que tenía que tomar treinta pastillas. Ahora enfrenta el futuro con mucha energía tras haber sacado algunas enseñanzas de la experiencia. “Me visualizo como una gladiadora, así que échenme al león y lo domino. Sé que tengo cicatrices de guerra en el alma, pero todas esas cosas me han hecho ser quien soy ahora” añadió.