Robbie Williams es uno de esos artistas que si algo tienen es fuerza sobre el escenario. Seguramente son cientos los fans que llevan contando los minutos desde que se insinuó que el británico estaba preparando nuevo trabajo y por fin el momento ha llegado. Después de tres años de silencio (en 2006 lanzó Rudebox, su último trabajo) en los que ha estado apartado de la vida pública, en octubre las radios empezarán a poner el primer single Bodies de un CD que llegará a las tiendas sólo un mes más tarde, en noviembre. Con el título de Reality Killed the Video Star (un guiño a la canción Video killed the radio star de The Buggles), Williams promete sorprender. Ya muestra en su página oficial una imagen renovada, más aniñada y alejada del aspecto desaliñado que lucía en los últimos meses.
“Van a oír al viejo Robbie, al nuevo Robbie y a un Robbie que nadie conoce” ha confesado el artista. Incluirá además un tema con el que rinde tributo al rey del pop, Michael Jackson, una canción que ya tenía compuesta pero que reescribió cuando se enteró de la trágica noticia de su fallecimiento. El artista se muestra esperanzado en cuanto al éxito de este nuevo álbum: “Espero que sea tan bueno como creo que es. Estoy seguro de que me lo dirán”.
Camaleónico, innovador, extravagante… fueron muchos los que se quedaron con la boca abierta cuando Williams, tras la decepcionante acogida de su último trabajo, informó de que lo dejaba todo para dedicarse a otra de sus pasiones: la ufología. Aunque algunos le dedicaron adjetivos nada agradables, cumplió el pie de la letra sus palabras, acampó en el desierto esperando ver ovnis y dejó que su fama de excéntrico eclipsara a la estrella.
Se dijo que tras el exitoso regreso de sus ex compañeros de Take That, podría volver a unirse a ellos, pero Robbie quiere seguir navegando en solitario (es el octavo disco tras abandonar el grupo), no en vano ha obtenido muchas satisfacciones: ha vendido más de 55 millones de álbumes en todo el mundo. Está previsto además que el británico actúe en algunas de las fechas que Michael Jackson tenía contratadas en el O2 Arena de Londres.
Y a usted, ¿le apetece volver a escuchar al británico?
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