La fecha ha llegado por fin. Katherine Jackson acudió al juzgado con sus hijos Randy y La Toya para asistir a la primera sesión sobre algunos de los asuntos que aún quedaban pendientes tras la muerte de Michael Jackson. El primer punto es el de la custodia de sus tres hijos, que temporalmente estaba en manos de su abuela Katherine Jackson que ha sido confirmada como tutora (ese es el deseo que Jackson expresó en su testamento) al no haber otra persona que la haya solicitado. Además Katherine llegó la semana pasada a un acuerdo con la madre biológica de los dos hijos mayores del cantante, por el que acordaron un régimen de visitas supervisado por un psicólogo, un acuerdo al que el juez ha dado su visto bueno.
También se decidió en esta vista la asignación de una mensualidad para la madre de Jackson, Katherine, que ahora tiene que hacerse cargo de sus hijos y que, hasta el momento de la muerte del artista, dependía de él económicamente. Sin embargo, la cuantía económica de esta no ha transcendido (un 83,5 por ciento de la cantidad que ella había solicitado). El dermatólogo de Jackson, Arnold Klein, aunque ha afirmado en varias ocasiones que no es el padre biológico de los niños, como se ha especulado, solicitó paradójicamente al juez verse involucrado de alguna manera en su educación y sus cuidados médicos. Sin embargo, el magistrado no aceptó esta petición.
El abogado de Rowe, que no estuvo presente en la sesión, afirmó que, con la decisión de que se queden con su abuela, se asegura el bienestar de los niños y se da estabilidad a su vida. Por su parte, Katherine Jackson comentó a las puertas del juzgado cómo se encuentran sus nietos: "Los niños están bien". Recientemente, en declaraciones al programa Geraldo at Large, la madre del artista habló por primera vez de lo que opina sobre el fallecimiento de su hijo: "Lo que sé es que está muerto y no creo que fuera por causas naturales. Era muy joven. Algo ocurrió y no sé qué fue". La última teoría que apunta el diario The sun es que fue una asistente del doctor Murray la que le inyectó el anestésico al artista, dado que el médico estaba dormido.
La gestión de la herencia
El tema más espinoso es sin duda el de la gestión de la herencia del artista (se dice que está repartida con un 40% para la madre, otro tanto para sus hijos y el resto para organizaciones benéficas). Si bien después de su fallecimiento quedó en manos de su madre, un juez se la otorgó, tras hacerse público el testamento de Jackson, a los albaceas de este, el abogado John Branca y el ejecutivo John McClain, de forma temporal. Desde ese momento, los letrados de la madre del cantante han intentado incluirla a ella como gestora también y han acusado a los actuales encargados de ocultar información sobre cosas como el contrato de Michael con AEG, promotora de sus actuaciones en Londres.
Según los gestores actuales, su deseo era preservar la confidencialidad de estos datos. Además, el abogado de la familia Jackson Londell McMillan ha declarado que el patrimonio de Jackson sería de dos billones de dólares (1.400 millones de euros) y no de 500 millones de dólares (casi 350 millones de euros) como han manifestado sus albaceas.
El juez ordenó que se le entregaran a Katherine los contratos con la promotora AEG con la condición de que se mantuvieran en secreto y no transcendieran sus detalles. En cuanto al control del patrimonio, el magistrado intentó que fueran ambas partes las que llegaran a un acuerdo pero, tras un receso de más de una hora, no lo alcanzaron. Por ello, de momento la gestión queda en manos de los albaceas hasta que el magistrado estudie las objecciones de la madre del artista. Las siguientes citas judiciales han quedado fijadas para el próximo 10 y 28 de agosto.