Más de dos semanas después de su muerte, se conoce por fin la línea en la que se mueve la investigación policial sobre las circunstancias de la muerte de Michael Jackson. Según confirmó recientemente el jefe de la policía de Los Ángeles, William Bratton, esta se apoya en dos hipótesis que son bien diferentes: homicidio o sobredosis accidental. Cuando se tengan los resultados del análisis de tóxicos practicados al cantante, las pesquisas se decantarán por una u otra teoría, aunque los agentes ya han interrogado a los doctores que tenían relación con el artista para intentar determinar qué medicamentos consumía y para qué se le recetaban.
Hasta el momento, la familia se había mantenido en un escrupuloso silencio en torno a las informaciones que apuntaban a la dependencia que tenía el artista a los medicamentos y las circunstancias que le provocaron el fallo cardiorrespiratorio. Sin embargo, unas sorprendentes declaraciones de La Toya Jackson al diario británico News of the World y The Mail on Sunday han dejado claro que los Jackson creen que la muerte del rey del pop fue algo más que un simple accidente. La hermana de Michael asegura que no falleció de forma natural y apunta a la teoría de la conspiración para explicar su inesperada muerte. Todo obedece, según ella, a un complot para quedarse con su fortuna: “Michael fue asesinado. No pensamos que haya sólo una persona implicada. Fue una conspiración de varias personas para conseguir su dinero. Michael valía más de mil millones de dólares (más de 700 millones de euros) en activos por derechos de difusión musical y alguien lo mató por eso. Valía más muerto que vivo”.
Aunque las conclusiones de la primera autopsia tardarán algunas semanas, los resultados de la segunda, que se le hizo después de que ella insistiera, ya están en su poder y según La Toya no dejarán indiferente a nadie: “Todo el mundo se sorprenderá cuando salgan a la luz. No puedo discutir muchos detalles debido a que la investigación policial continúa, pero los informes de que había metadona en su cuerpo son incorrectos”.
Narra que a su hermano no le gustaba el ambiente que le rodeaba y que incluso llegó a admitir que temía por su vida. “Estaba preocupado por la gente que estaba con él. Me dijo: ‘Quieren mis catálogos y me van a matar por eso’. Yo sabía que algo terrible iba a ocurrir” asegura La Toya. Define a su hermano como una persona “muy dócil, callada y cariñosa, alguien de quien la gente se aprovechaba”. Las mismas personas que le rodeaban fueron las que empeoraron su estado de salud. “Le trataron de modo inapropiado, le engancharon a las drogas”. Sin embargo, evita durante toda la entrevista desvelar en quiénes se centran sus sospechas, según dice, para no entorpecer la labor de la policía. “No puedo decir quién creo que es responsable porque no quiero poner en peligro la investigación policial. Pensaba que Michael iba a morir antes de sus conciertos de Londres. Sentí que nunca haría el show”.