Mercy James lleva poco más de dos semanas con su nueva familia y cada día que pasa se va adaptando un poco más a la rutina. La pequeña de Malawi, al igual que hizo su hermano David, adoptado en el mismo orfanato que ella, ya ha asistido con su madre Madonna y sus hermanos a algunas sesiones de la cábala. Y es que la artista ha introducido a sus hijos en esta doctrina de la que es ferviente seguidora, por lo que no es raro verles acudir con frecuencia a los centros donde se practica.
Fue precisamente a las puertas de uno de ellos en Londres donde se captaron las primeras imágenes de la artista con su nueva hija, a la que llevaba “a caballito” sobre la espalda. La vida junto a una super estrella de la música no está exenta de emociones y seguramente eso habrá sido para Mercy el viaje a París que ha hecho toda la familia (sólo faltaba Rocco que se quedó en Londres con su padre). Madonna actuará ante sus fans franceses el día 9 de julio en el marco de la parte europea de su gira Sticky & Sweet, que recalará en Madrid el 23 de julio.
Fue en la puerta del conocido hotel Ritz de la capital francesa donde se pudo ver de nuevo a la niña, vestida con una cazadora rosa, vaqueros y zapatillas a juego con la chaqueta. Sin soltar la mano de su madre, Mercy miró a su alrededor intentando no perderse detalle de lo que la rodeaba. No será este el único viaje que realice a partir de ahora y es que esa es una de las cosas que conlleva ser hija de una artista. El tour termina en septiembre en Tel Aviv, lugar que se dice Madonna quiere enseñar a sus hijos, y probablemente después sea cuando Mercy conozca la casa de Nueva York, donde actualmente tiene fijada su residencia.
Tras apelar al tribunal supremo de Malawi, los jueces del país africano revocaron su inicial negativa y le concedieron a Madonna la adopción de la niña. Un proceso que de nuevo, como ocurrió con el de David, no estuvo exento de polémica, ya que las leyes del país no permiten adoptar si el solicitante no ha vivido al menos un año y medio allí.