Las entradas se agotaron en pocos minutos y la reventa se ha puesto por las nubes duplicando y hasta triplicando su valor. Todos están ansiosos de que llegue el día en que Michael Jackson se suba de nuevo a un escenario (será en julio de este año), tras casi una década retirado, y repase esos grandes éxitos que han hecho vibrar a generaciones de locos del pop. La verdad es que el espectáculo promete, no sólo por ver de nuevo al único, al rey, sino por las sorpresas que se anuncian: animales vivos en sus coreografías y quizá un ilusionista que prepare insólitos trucos de magia.
Sin embargo, una tormenta se acerca por el horizonte hasta el momento despejado del artista, un problema que podría poner en peligro su regreso. Y es que una promotora está estudiando emprender procedimientos legales contra el artista argumentando que no puede dar ningún concierto en directo hasta el año 2010, porque supondría un incumplimiento de contrato. Según la empresa AllGood Entertainment, el representante de Jackson firmó con ellos un acuerdo en el que se comprometía a actuar junto a los Jackson Five y Janet Jackson en julio de 2010. Una de las condiciones de este documento indica que el intérprete no puede hacer un show en directo hasta esa fecha.
Tras ponerse en contacto con la actual promotora, no consiguieron llegar a un entendimiento por lo que ahora estudian llevar su caso a los tribunales. Mientras, los organizadores de los cincuenta conciertos programados en el O2 Arena de Londres definen la protesta como un “sinsentido” y aseguran que los ensayos siguen adelante como estaba previsto.
Ajeno a las polémicas, el artista continúa en Los Ángeles, donde ha elegido ya a su troupe de bailarines. Diez profesionales le acompañarán en sus movimientos que se dice serán tan característicos y novedosos como lo fue en su día el ya mítico paso denominado moonwalk.