Madonna y su todavía marido Guy Ritchie han cumplido esta mañana con los primeros trámites que les permitirán obtener el divorcio definitivo. Han sido sus representantes legales los que se han presentado en los juzgados de Londres para cumplir con la primera fase del proceso, ya que los implicados no tienen obligación de acudir a esta vista preliminar. Se dice que la pareja ha llegado ya a un acuerdo, que es el que se habría presentado ante el juez, y, si no se producen más disputas, su matrimonio podría acabar legalmente dentro de unas 6 semanas. Se evitaría así llevar el proceso a los tribunales. A pesar de que las partes implicadas no han hecho comentarios al respecto, en un documento del juzgado se puede leer que lo que Madonna ha alegado para pedir el divorcio: un "comportamiento poco razonable" por parte de Ritchie. Han sido los medios los que han dado las primeras pistas sobre el posible acuerdo al que habría llegado la ex pareja.
La principal preocupación de Guy Ritchie son sus hijos y por eso es su custodia la que habría centrado las negociaciones. El director de cine habría renunciado al dinero de la cantante (aunque si hubiera querido, habría podido reclamar una sustanciosa cantidad) a cambio de compartir la custodia de Rocco y David, el bebé que adoptaron en Malawi, que repartirán así su tiempo entre Londres y Estados Unidos. La otra hija de Madonna, Lourdes María, nacida de su relación con Carlos León, se quedará en América con su madre, aunque podría haber algún punto en el acuerdo que le permitiera pasar un tiempo con su padrastro, con el que ha vivido los últimos ocho años. Se apunta, sin embargo, a que Ritchie podría haber recibido una "simbólica" cantidad en efectivo, además de alguna de las propiedades inmobiliarias que compartían.
A mediados de octubre, la pareja ponía fin mediante un comunicado a meses de especulaciones en torno a su relación. "Madonna y Guy Ritchie se divorcian de mutuo acuerdo después de siete años y medio de matrimonio. Ellos piden que los medios mantengan el respeto hacia su familia en estos tiempos difíciles". A pesar de la tormenta mediática que se ha creado en torno a su separación, ambos continúan con su rutina de trabajo: ella sigue la gira de su último disco, Sticky & Sweet tour y él, el rodaje de una nueva versión de Sherlock Holmes, donde se le ha visto con sus hijos que están pasando unos días en la capital inglesa.