La pasada semana Britney Spears perdió de forma temporal la custodia de sus hijos, Sean Preston, de dos años, y Jayden James, de uno, por negarse a hacerse los análisis de alcohol y drogas y por no haber demostrado que posee una licencia de conducir en regla. La 'princesa del pop' veía así hacerse realidad sus peores presagios desde que en septiembre iniciara una batalla legal con Kevin Federline, su ex marido y padre de sus hijos. Un duro trance por el que deberá pasar la joven, quien hace unos días no fue capaz de aguantar tanta presión y rompió a llorar en público. A todo esto se suma las duras críticas que viene recibiendo en sus últimas actuaciones.
Aunque la cantante ha perdido la custodia de sus hijos aún tiene derecho a visitarlos, tal y como explicó a la salida de los juzgados el abogado de Kevin Federline, Mark Vincent Kaplan. Britney decidió pasar la tarde del sábado de compras y, después, se dirigió en coche a la casa de Federline, en Malibú, donde ahora residen sus niños. La cantante no quiso estar sola en este difícil momento, así que su hermana la acompañó el coche para darle todo su apoyo. Ataviada con unas grandes gafas de sol, ropas informales y gesto serio se encaminó al hogar del bailarín.
Su próxima cita con los juzgados
Aunque el tema de la custodia está de forma temporal resuelto, Britney Spears deberá acudir a los tribunales el próximo miércoles, 10 de octubre, para enfrentarse a la acusación de conducir sin el permiso en regla, provocar un accidente y huir. Si fuera declarada culpable, se enfrentaría a una posible pena de cárcel y una multa.