Jaydy nos adelantó además que en septiembre volverá a desfilar, que por ahora seguirá en la moda y que le interesa el mundo del diseño, aunque su futuro está en la interpretación. Estoy deseando hacer otra película. Mi futuro lo veo en la interpretación, es a donde aspiro y para lo que me estoy preparando. Acabo de terminar un curso de interpretación. Fue muy duro, pero me gustó mucho. He tenido contactos con directores españoles, pero es un proceso muy largo. Desde que te dan un guión, pasas un "casting", se formaliza la oferta
También me planteo hacer alguna serie de televisión o un cameo.
Sobre su carácter, lo definió como fuerte: Tengo la vena de Frida Kahlo, así que tengo de todo, aunque no saco mi genio con los hombres. Sólo cuando veo una injusticia. Ahí soy capaz de sacar las uñas, concluyó con un punto y aparte, que en realidad eran unos puntos suspensivos.
Siete meses de crisis
Desde comienzos de año se especulaba con el asunto de la ruptura. Y siete meses son muchos meses. Con motivo de los carnavales de Cádiz, en los que, profeta en su tierra, Alejandro ejerció de pregonero, tuvimos una fugaz imagen de la pareja, una confirmación de que, aunque en un momento complicado, la pareja no estaba separada, tal y como se comentaba.
Poco después publicamos en estas páginas una entrevista en exclusiva con la modelo, que se desplazó a Phuket para aportar su granito de arena a los afectados por el tsunami. Atrave- saba uno de los momentos más delicados de su vida, de los que, sin que ella hiciera la más mínima alusión a ellos, teníamos indicios y razones de suficiente entidad como para considerar que su situación personal con Alejandro Sanz, su marido, atravesaba por momentos delicados. Precisamente, el hecho de que realizara aquel viaje a Tailandia en estas circunstancias añade más mérito, sin duda, a Jaydy Mitchel, que, a pesar de todo, ha encontrado tiempo para dedicarles a quienes consideró que la necesitaban.
Más tarde, en marzo, publicamos en exclusiva las que serían sus últimas fotos juntos. En aquel momento resumimos el momento con una frase: Tan cerca, pero tan lejos, porque, aunque navegaban en el mismo barco, uno al lado del otro, se podía ver claramente que estaban a kilómetros de distancia. Desde luego, no eran la viva imagen de la felicidad. La relación se encontraba entonces, según pudimos saber, en un momento delicado, atravesaban una crisis. Precisamente en aquella ocasión comentamos que sería el tiempo el que tendría la última palabra sobre su futuro. Ahora ya la tenemos. Es un adiós.