‘Boho chic’, ‘hippie chic’, ‘hippie deluxe’… El estilo bohemio ha recibido multitud de nomenclaturas desde el año 2004, momento en el cual una jovencísima Sienna Miller captaba la atención de todos los flashes durante el Festival de Glastonbury con un conjunto que guardaba ecos hippies, un toque étnico y cierto halo campestre. La actriz prendía la mecha de una nueva tendencia que nos catapultaba directamente a los años 70’s, en una carrera hacia el look boho más perfecto, depurado e inspirador.
Por si fuese poco trabajo dominar el estilo bohemio diurno, este otoño-invierno se impone un glamour bohemio de lo más aspiracional, que se pierde entre maxivestidos de sutiles aires folk, estética hippie, estampados étnicos y tejidos ligeros. Para muestra, el hipnótico Emilio Pucci que lució la modelo Natasha Poly o el sorprendente Chanel de la socialité Poppy Delevingne. Está claro que llega una nueva era para la estética bohemia, en la que firmas como Burberry buscan un mix & match de estampados y texturas que apela a la sofisticación de los conjuntos. Como claro ejemplo, los looks de esencia boho acuñados por la firma inglesa que lucieron Olivia Palermo o Elena Perminova.
Tampoco ha pasado desapercibida la fusión de pinceladas étnicas con un estilo puramente country a la hora de afrontar el día de la forma más cool. La actriz Blake Lively, nos sorprendía presumiendo de embarazo con una chaqueta oversize de estilo navajo sobre unas llamativas botas de ante. Por otra parte, la it-girl Sofie Valkiers buscaría el lado más sutil de su poncho ciñéndolo mediante un cinturón y subiéndose a unas vertiginosas sandalias.
Y si a nuestro armario le añadimos un peto vaquero de pata ancha y esencia vintage, unos pantalones acampanados de talle alto junto a un contundente abrigo de pelo, o un traje estampado acompañado de un bolso todoterreno de piel y flecos, nuestro éxito en el reino boho estará asegurado. Como podéis comprobar, el secreto sigue radicando en mezclar las texturas más allá de las tendencias, buscando ese flare que nos hace sentir únicas.
¡La pasarela propone y la calle dispone! ¿O será al revés? En este caso no lo tenemos muy claro, pero bien es cierto que firmas como Emilio Pucci han sentado las bases de un glamour con espíritu retro y cierto aire tribal que haría las delicias de cualquier groupie setentera. Sus vaporosos vestidos con transparencias y detalles cut-out, así como el aluvión de estampados, casaban a la perfección con la estética ‘glam’ de la época, entre melenas de ondas desestructuradas con raya al medio.
El estampado paisley en su versión más lujosa y exótica se asocia con chalecos de hilos dorados, chaquetas de pelo y detalles tribales en la colección más adictiva de Etro. Completando los looks, borlas que caen en forma de collares, carteras de mano y botas mosqueteras de ante que se resguardan bajo comodísimas faldas.
Con más “nocturnidad y alevosía”, Roberto Cavalli fusionaría dos décadas de oro en la historia de la moda: los años 20’s y los 70’s. Sus vestidos de noche se plagaban así de apliques y pedrería, desdibujándose entre estampados sugerentes y faldas de caídas infinitas.
Entre la inspiración que nos llega de las calles y las mil y una propuestas de pasarela, no te pierdas nuestro shopping particular en el que hemos incluido las prendas y accesorios esenciales para crear un look bohemio de lujo.
1. Sombrero floppy de fieltro, de Asos (28,57€); 2. Vestido Merida, de Temperley London (CPV); 3. Vestido borgoña, de Altuzarra for Target (66€); 4. Vestido estampado, de Zara (29,95€); 5. Bolso con borlas, de Free People (100€); 6. Capa modelo Saxony Hills, de Lindsey Thornburg (950€); 7. Bota mosquetera de piel, de Zara (129€); 8. Chaleco de pelo sintético, H&M (59,99€); 9. Pantalones acampanados de talle alto, de J Brand (145€); 10. Peto retro, de Stella McCartney (770€).