Entrevista exclusiva con la 'top' Inés Rivero: “Ahora no hay, entre las modelos, ese divismo que había antes”
Es una de las mujeres que impactó en la década de los noventa y, ahora, se ha querido subir de nuevo a una pasarela, concretamente, a la de DominicanaModa 2011
Perteneció a la mítica generación de las 'tops' de los noventa, a las que se unió a finales de la década. De elegante caminar, cuerpo increíblemente estilizado y un rostro ajeno a los retoques de bisturí, Inés Rivero ha vuelto a subirse a una pasarela y lo ha hecho durante los desfiles de DominicanaModa 2011. Argentina de nacimiento, esta bella mujer sacó unos minutos para conversar con nosotros a su paso por Santo Domingo. Una oportunidad de lujo de conocer a una persona llena de vitalidad, serenidad y magnetismo.
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Para empezar, ¿qué te trae por DominicanaModa 2011?
Justamente, me ha traído DominicanaModa (risas). Me invitaron los organizadores, concretamente para desfilar con la diseñadora Oriett Domenech. Aunque no es la primera vez que vengo a Republica Dominicana, sí lo es para participar en este evento y no me esperaba que estuviera tan bien organizado, me ha sorprendido muchísimo. De hecho, cuando me preguntaron si quería venir, al principio me lo pensé y dije “bueno, hace mucho que no desfilo...”, pero me mandaron fotos de los diseños de Oriett y me quedé impresionada.
¿Cuantos años llevas sin desfilar?
En los últimos años, he hecho algunos de vez en cuando. En el fondo, no es que dejara de trabajar, lo que pasó es que me fui a vivir a Nueva York y estaba mas volcada en el trabajo que en otra cosa. Después me fui a Miami unos años para trabajar en unos proyectos bien distintos. Tengo una hija de 10 años y quería pasar tiempo con ella y desarrollar más mi vida privada y espiritual. ¡Me tome un pequeño respiro! Además, llevaba 17 años trabajando y tenía ganas de volver a cogerle cariño y una agarra cariño a las cosas cuando no las tiene.
¿Echas de menos el mundo de la moda?
Si, echo de menos la gente porque uno trabaja con gente distinta todo el tiempo. Eso es lo que me gusta de mi trabajo. Cada día estás, por ejemplo, con un peluquero, un maquillador o un diseñador diferentes. Diríamos que es una relación humana linda y muy 'light' porque no es que con la gente que trabajas estés siempre de 9 de la mañana a 5 de la tarde.
Entonces, ¿no echas de menos a nadie?
Si, echo de menos a gente. Sin embargo, al ser relaciones intensas, pero tan ligeras, cuando terminaba el día de trabajo todo se acababa. No obstante, sí tengo muchas amigas modelos y diseñadores, pues también gozaba mucho de las partes creativas y me gustaba involucrarme mucho. Por ejemplo, en los desfiles de Alta Costura de Christian Lacroix me divertía horrores haciendo el 'fitting'. Me encantaba porque él te hacia el vestido puesto, lo que permitía que me convirtiera en su musa, en parte de su creación.
¿Qué otras anécdotas positivas o negativas también recuerdas?
Mira, una de las cosas mas difíciles fue aprender a no tomarme las cosas como personales, como, por ejemplo, pasaba con las negativas. Así pasaba cuando ibas a un 'casting' y te decían “no, gracias”. Al principio te cuesta mucho asimilarlo porque uno es el producto y hay que aprender a separarlo para que no te afecte. Además, cuando empezamos somos súper jóvenes, no tenemos una personalidad muy marcada... Eso hace que puedas te volver muy insegura, lo que te puede hacer caer en otras cosas. Para mí, eso fue uno de mis desafíos más grandes. Además, de viajar continuamente, que hizo que no tuviera esa tranquilidad que me fui a buscar a Miami. En cuanto a lo positivo, viajar también tenía su lado bueno porque me encanta conocer nuevos viajes y vivir los momentos de relax que seguían a una sesión de fotos.
¿Cómo ves el mundo de la moda actualmente? ¿Es diferente a tu época?
Para ser franca, no estoy tan inmersa en el mundo de la moda en estos momento porque estoy empezando a meterme de nuevo, pero estoy haciéndolo por un ángulo totalmente distinto, ya que estoy desarrollando negocio. Es un proyecto que tengo, pero que tardará porque ahora estoy en proceso de diseño y, además, se trata de un producto de belleza, que es más complicado que hacer ropa, ya que tengo que elaborar primero el producto, conseguir que lo aprueben... Hay muchas cosas previas. Por eso estoy más desconectada, porque estoy acercándome por ese lado y no intentando hacer de nuevo desfiles, portadas... o todo lo que hacía como modelo. No obstante, sí noto que hay muchísimas más chicas, lo que hace que el mundo de la moda sea más profesional, ya que ahora no hay, entre las modelos, ese divismo que había antes, tal y como me han contado. Así, se consigue que la moda sea más fuerte como negocio.
Por otro lado, hay otras cosas que tambien han cambiado. Por ejemplo, yo empecé a trabajar cuando todavía se trabajaba con carretes. Ahora, todo es digital, todo es 'photoshop'. Quizá eso no me atrae tanto, aunque es bueno, me viene bien a mí porque tengo 15 años más (risas). Sé que te dejan la piel lisita, divina... pero antes las modelos éramos bellezas más reales.
No obstante, nuevas modelos que aparecen siempre admiran a grandes 'tops' como tú, pero ¿pasa a la inversa? Es decir, ¿hay alguna nueva modelo que tu admires?
Sinceramente, no me sé el nombre de las chicas. Estoy también muy desconectada en ese sentido. De hecho, no soy de seguir la carrera de las modelos, tal y como sí hago con los diseñadores. Aquí también hay otro cambio. Antes sí se sabia quién eran las modelos y hoy no. ¿Para qué te vas a aprender los nombres de ellas si en tres meses hay 800 más nuevos? A mí, la memoria ya me está fallando (risas).
Para terminar, ¿cómo definirías tu estilo?
Mi estilo es ecléctico y está muy relacionado con mi estado de ánimo. Soy tanto de ponerme 'jeans' y estar roquera, a estar súper elegante y fina. No me gusta nada ir de una misma marca, aunque me da mucho placer saber que me he gastado mucha 'plata' en los zapatos porque estos siempre tienen que ser buenos.