Es incuestionable que Heidi Klum está embaraza. Y no es porque la modelo lo acabe de anunciar –ya lo hizo hace unos meses y en ningún momento intentó ocultar la información-, sino porque es más que evidente su estado de buena esperanza. Así quedó patente este fin de semana durante la fiesta benéfica celebrada en el Wadsworth Theatre (Los Ángeles) a favor de la Elizabeth Glaser Pediatric AIDS Foundation, cuya misión es "tratar de prevenir la infección pediátrica del VIH y erradicar el Sida pediátrico a través de la investigación, la promoción, la prevención y los programas de tratamiento".
Debido a su nueva figura, la modelo alemana, que está esperando una niña para el próximo otoño fruto de su relación con el cantante Seal, ha decidido dar un cambio a su estilo. Atrás quedan los diseños entallados y, ahora, el corte imperio y las prendas de líneas rectas y amplias son sus imprescindibles. Por ejemplo, para acudir la fiesta de la Elizabeth Glaser Pediatric AIDS Foundation, Heidi se decantó por un mono estampado que, aunque disimulaba su barriguita, no la escondía por completo.
Por otro lado, en sus últimas apariciones, también ha quedado patente cómo se va a adaptando a su nuevo estado. Hace unos días, Heidi fue retratada mientras abandonaba un centro de defensa personal. Allí, la modelo llevó unos vaqueros desgastados, de última moda, pero que combinó con una camisa de línea trapecio. Eso sí, igual de espectacular está en sus apariciones nocturnas. Con el corte imperio como imprescindible, siempre está radiante, como demostró durante su paso por la gala benéfica del Costume Institute en el MET de Nueva York. De hecho, fue elegida por vosotros como la más elegante de esta fiesta.
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