Si en la recepción de bienvenida, Meghan había elegido un vestido estampado de silueta wrap, tras la comida se cambiaba de ropa para visitar el Museo del Distrito 6 y recuperaba un vestido camisero de Veronica Beard que estrenó hace once meses, en su viaje por Oceanía, cuando estaba embarazada del pequeño Archie.