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Esta noche, Donald y Melania Trump han ejercido de anfitriones para el príncipe Carlos y su esposa, la duquesa de Cornualles. Les han recibido para una cena en la Casa Windfield, la mansión de Regent's Street en la que vive el embajador de Estados Unidos. La Primera Dama ha elegido un vestido de Givenchy, una de las firmas preferidas de Meghan Markle.

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El diseño mantenía las claves que Melania suele elegir para sus looks de gala: silueta capa, escote cerrado y color significativo. El rojo de su vestido podría relacionarse con el color de fondo del escudo de Inglaterra, pero también recuerda a otras royals, como Doña Letizia, que a menudo lo eligen.

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De hecho, la propia Reina de España lució hace años un vestido de este estilo, que más tarde repitió Carolina de Mónaco. Por eso, si anoche Melania se inspiró en las estrellas de Hollywood, parece ser que sus referencias hoy estaban en las reinas europeas.

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Tras la investidura de su marido y unos días de ausencia mediática, Melania Trump volvía a la vida pública con un minivestido de Givenchy que hoy ha reinterpretado en versión gala.

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