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Llega Diciembre y toca sacar de las altas repisas de los armarios las luces navideñas, las figuritas del belén, los adornos del árbol de Navidad y puede que de paso también desempolvar alguna que otra cosa de gran valor personal allí olvidada. Podría ser este el caso de Estelle de Suecia, que ha rescatado el vestido más navideño de su madre, la princesa Victoria, para recibir los abetos de Nordmann que decorarán Palacio estas fiestas.
La princesa Estelle vestía de verde, a tono con la exuberante espesura de los siete magníficos árboles que los estudiantes de ingeniería forestal han obsequiado a la Familia Real sueca un año más, siguiendo la tradición que se remonta a los años sesenta. La Princesita contó en todo momento con el consejo de la princesa Victoria, que se puso un vestido de Prada rojo, el otro color de la Navidad, aunque parecía que no le hiciese demasiada falta la instrucción materna. Y es que la pequeña volvió a hacer gala de espontaneidad, desparpajo e incluso autonomía en el desempeño de los actos oficiales -no en vano con sólo un año asumió por primera vez este mismo compromiso-, mostrándose encantada en este paraíso navideño en palacio, que haría las delicias de cualquier niño.
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En sus correrías por el salón, descubrimos al dar al zoom, que el vestido le estaba una pizca holgado a la princesa Estelle, algo normal dado que la princesa Victoria se lo ponía cuando tenía siete años, en lugar de los cuatro que ahora tiene su pequeña. Una de esas ocasiones en las que la Heredera al Trono lo llevó fue con ocasión del 38º cumpleaños de Carlos Gustavo de Suecia. Los Reyes suecos celebraron el acontecimiento con su pueblo y en compañía de sus tres hijos, Victoria, Magdalena y Carlos Felipe. Aquel mismo día la princesa Magdalena lucía otro de los vestidos heredados posteriormente por la princesa Estelle. Un vestido crema con delicado estampado floral que la Princesa se puso en 2014, treinta años después de aquella primera puesta, en otro cumpleaños, el 37º de la princesa Victoria, celebrado como siempre con los suecos en la isla de Öland.
No importa cuándo y dónde, la pequeña princesa Estelle siempre se erige como la gran protagonista. Esta vez ha dejado más que patente que está muy bien versada en las tradiciones navideñas suecas. El año pasado ya protagonizó junto a sus padres un dulce vídeo de Navidad, deseando a todos unas muy felices fiestas. Entonces daba muestras de su gran carácter, ahora no puede disimular el remango de la hija mayor. Y, aunque desde el nacimiento del príncipe Oscar ha estado disfrutando de una gran cantidad de tiempo de calidad con sus padres, que han viajado lo mínimo hasta el momento, estos días asumirá su papel de hermana mayor, ya que Victoria y Daniel de Suecia se embarcan en un viaje oficial de tres días a Italia.
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