Tamara Falcó o cómo conquistar la moda con un nuevo estilo
La hija de Isabel Preysler y el marqués de Griñon, Carlos Falcó, nos conquista con un cambio de imagen mucho más fresco y actual, pero sin perder su siempre característico estilo chic y a la última
Renovada, fresca, juvenil… a la última. En sus últimas apariciones públicas, Tamara Falcó nos saluda con una imagen renovada, en la que tendencias punteras llegan a su armario. De este modo, nos ofrecen ‘looks’ de acabados chic y más relajados, que le hace destacar con ‘sobresaliente’ en estilo.
Recientemente, durante la fiesta ‘Flower Power’ celebrada en el club barcelonés Carpe Diem, Tamara apostó por una imagen que sigue la tendencia ‘festivalera’ que ha seducido a modelos, actrices y, por ejemplo, ‘it girls’. Inspiración ‘hippie chic’, que consiguió de forma exclusiva con un vestido con estampado ‘folk’, de la firma Etro, que complementaba con un cinturón con abalorios metálicos y medalla de oro colgada del cuello. Y ¿su ‘beauty look’? Melena suelta con ondas rotas y volumen natural; y maquillaje en tonos ‘nude’ y rosas, con ojos ahumados.
Una frescura que también pudimos ver días antes durante la fiesta de cumpleaños del empresario Cédrik Reversade en la Casa de Pilatos en Sevilla. Allí, su ‘look’ estaba coronado por un vestido lleno de contrastes. Por un lado, la rigidez de las ‘paillettes’ encontraba su contrapunto en el corte del vestido muy fluido y la mezcla de tejidos en la falda. Se trataba de una creación de Giorgio Armani (colección primavera-verano 2015). En este caso, el peinado volvía a ser súper natural, pero muy cuidado. Y un detalle ‘extra’ de tendencia: su bolso, un diseño con el detalle de moda, los flecos.
Los flecos también coronaron un tercer ‘look’ de esta ‘nueva Tamara’. Los llevaba en su chaqueta de ante, del diseñador Ralph Lauren, elegida para su ‘outfit' durante una fiesta organizada por Polo Ralph Lauren en Madrid.
Elegancia 2015
Si la ocasión lo requiere, Tamara también sabe cómo apostar por una elegancia de nueva generación. En este caso, durante la fiesta con motivo de la inauguración de la nueva tienda de Balenciaga en Madrid, apostó por el esmoquin, pero no de corte tradicional, sino que, siguiendo los dictados más actuales, se decantó por la interpretación de esta prenda en versión vestido de largo ‘midi’. Una creación que combinaba con unos salones en negro y melena suelta peinada de forma muy natural.