Los años 80 han vuelto, es la conclusión que podemos sacar viendo las propuestas de los diseñadores para el próximo otoño- invierno. Muchas de ellas no son nuevas sino que han sido rescatadas de otras épocas, como, por ejemplo, el marcado protagonismo de los hombros.
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Y si vuelven los hombros marcados, casi por obligación también lo hacen las hombreras, la forma más sencilla de que éstos aumenten de tamaño. Pero ellas no son las únicas, la temporada que viene el volumen en los hombros lo aportan también adornos que se añaden sobre ellos, por ejemplo, volantes o solapas. No son pocas las firmas que han apostado por recuperar esta tendencia, llevándola cada una a su terreno: está presente en las propuestas minimalistas de Amaya Arzuaga, en los abrigos de piel de Blugirl o en los cuerpos de Calvin Klein, que combinan el protagonismo de los hombros con cinturas muy marcadas.
Dar relevancia a los hombros favorece especialmente a las mujeres de caderas pronunciadas, ya que el volumen en ellos hará que la figura se vea compensada y se acerque más a la idílica forma de reloj de arena. Además, los hombros armados consiguen que se perciba una figura menos andrógina y más estructurada.
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