El diseñador Jesús del Pozo fallecía el pasado 13 de agosto a causa de un problema pulmonar, según informó la Asociación de Creadores de Moda (ACME), de la que era miembro y fundador. Al parecer, el modisto sufrió el empeoramiento de un enfisema pulmonar que padecía desde hace años, lo que provocó que entrase en coma el pasado viernes en el Hospital La Paz, de Madrid, donde falleció al día siguiente.
Nacido en Madrid en diciembre de 1946, Jesús del Pozo dedicó los últimos treinta años de su vida a la moda, convirtiéndose en un referente de la costura de nuestro país y en uno de los veteranos sobre la pasarela Cibeles de Madrid.
El maestro de la aguja fue el encargado de inaugurar la pasada edición de este certamen con sus propuestas para el próximo otoño-invierno 2011-2012 y, tras presentar su última colección nupcial en la Barcelona Bridal Week hace apenas dos meses, su próximo desfile estaba programado para el 16 de septiembre, también dentro de la Cibeles Madrid Fashion Week.
Conocido por sus diseños de líneas esenciales en los que también cabía la superposición de capas o los cortes arquitectónicos, Jesús del Pozo vestía siempre a una mujer femenina a la par que innovadora, lo que le consiguió fieles seguidoras de un estilo propio que hoy queda huérfano.
Una trayectoria impecable que le valió muchos premios de reconocimiento entre los que destacan la Aguja de Oro en 1981, el premio Nacional Cristóbal Balenciaga al Mejor Diseñador de 1989 y la ‘T ‘ de Telva al Mejor Diseñador nacional en 1999.
Una vida dedicada al diseño
Tras realizar sus estudios secundarios se decantó por la Ingeniería Industrial, una carrera que abandonó enseguida para comenzar arquitectura de interiores y diseño de muebles al tiempo que se dedicaba a la pintura.
Poco tiempo después empezó a trabajar en el negocio familiar, pero antes de implicarse más de lleno se concedió un periodo de reflexión y se dedicó a viajar por todo el mundo durante dos años para decidir sobre su futuro. En 1974 regresó a Madrid y se embarcó en la aventura de abrir una tienda de ropa para hombre en la calle Almirante, en pleno corazón de la llamada 'Movida madrileña', con gran éxito de ventas. Sin embargo, a partir de 1979, sólo se dedicó al diseño para la mujer. Para hombre, sólo por encargo.
El modisto también creó en 2003 la Fundación Jesús del Pozo con el objetivo de transmitir su experiencia y entusiasmo a una nueva generación de diseñadores. "Esta profesión no se puede enseñar, pero sí aprender, y la mejor manera es viendo cómo trabajamos. La genialidad está en lo que no se puede aprender, por eso es estupendo que te copien", afirmó en una entrevista ofrecida este mismo año.
Entre sus diferentes ocupaciones, Del Pozo realizó vestuario para cine, teatro y televisión, y también creó varios perfumes.