Las colecciones que triunfan en pasarela suelen tener un extenso equipo creativo detrás (desde ilustradores hasta costureros y planchadores), casi siempre comandados por un único nombre: el del diseñador de moda, que en ocasiones es el que da nombre a la firma -aunque no siempre-, y que sostiene sobre sus hombros el prestigio de una marca escrita con letras de oro en el firmamento fashion.
Entre los nombres que copan los primeros puestos en el ranking de firmas más deseadas, encontramos, además, a algunos de los hombres mejor vestidos. Históricamente, de hecho, la visión que los genios de la industria tuvieron a la hora de vestirse a sí mismos se ha traducido en los cambios que poco a poco han ido influyendo en la forma de vestir masculina -que este mismo año ha evolucionado del hombre metrosexual al lumbersexual-, especialmente en el sprint de los últimos diez años, después de la creación de las pasarelas de Milán y París -y su competencia directa con algunos de los pesos pesados del circuito, como la pasarela de Nueva York.
Yves Saint Laurent, en dos etapas diferentes de su vida (con look safari y traje sastre), peros siempre con sus icónicas gafas de pasta negras
Entre estos hombres, encontramos a algunos cuyo ideal 'visionario' se remonta décadas atrás. Es el caso de Yves Saint Laurent, que con apenas 18 años comenzaba su carrera como asistente en el taller de Christian Dior, pasando a convertirse en el modisto más joven de la Alta Costura francesa solo tres años más tarde. Entre sus innumerables aportaciones a la moda se encontraría nada menos que la creación del esmoquin femenino. En su esfera privada, Saint Laurent pasaría de la excentricidad propia de la juventud (como el look safari o las piezas de terciopelo), a un estilo cada vez más elegante, con trajes de sastrería que a menudo acompañaba de pajarita, y las gafas de ver de pasta negras, que pasarían a formar parte de su identidad hasta su fallecimiento en 2008.
Más pesos pesados en esto del buen vestir: Valentino Garavani, sin duda el hombre que más y mejor ha sabido vestir el traje de factura italiana, y que en estos años ha hecho del spezzato una tendencia con nombre propio. Su vestuario personal está plagado de esmoquin bicolor en blanco y negro, posiblemente una de sus prendas preferidas, y trajes sastre que ha sabido contrastar a lo largo de toda su carrera, tanto al frente de la casa que lleva su nombre, como una vez finalizada su etapa al mando de la firma hace ya seis años.
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Karl Lagerfeld, al mando de Chanel, es uno de los hombres con una visión más personal y arriesgada de su propio vestuario
El relevo generacional en nuestro top 10 con los diseñadores mejor vestidos lo ponen Tom Ford (52) y sobre todo Zac Posen (34), uno de los genios contemporáneos más jóvenes y prometedores de la industria -cuenta con el beneplácito de la mayoría de estrellas de Hollywood, entre ellas Uma Thurman o Dita von Teese-, y actualmente uno de los hombres mejor vestidos, no ya dentro de la esfera de la moda, sino de todo el mundo. Sus looks favoritos: arriesgados tres piezas de sastrería que mezclan colores imposibles, y prendas de seda estampadas en forma de pañuelos o pajaritas, manteniéndose por lo demás dentro de los cánones clásicos del vestir masculino.
Zac Posen, de 34 años, representa el relevo generacional dentro de la moda... y de los hombres mejor vestidos
¿Quieres ver qué diseñadores han revlucionado la moda a través de su propio vestuario? Elegimos a diez de los mejor vestidos en la galería de imágenes.