Matthew McConaughey es una de las estrellas de Hollywood 'adictas' a este deporte
'Salir a pillar olas'. El sueño de todo buen surfero, o aspirante a serlo, es pasar un verano dedicado exclusivamente al mar. Jornadas enteras encima de la tabla, soñando con olas de varios metros, arena dorada y las soleadas costas de California o Hawai.
Para quienes no se puedan permitir un viaje así, hay destinos mucho más cercanos, que permiten practicar este deporte sin necesidad de atravesar el Atlántico. Las playas de Cantabria, Canarias o algunas zonas costeras de Portugal proporcionan un marco único, tanto dentro de la Península como en las islas, ideal para surfistas.
Fundamental, eso sí, contar con una buena, si no excelente, preparación física, a fin de no caer rendidos antes de que termine el día. 'Remar' mar adentro y remontar la ola, además de un 'subidón' de adrealina, proporciona un enorme consumo de calorías y energía, que se resume en calambres y contracturas musculares si no se tiene la preparación física adecuada y se realiza el consabido calentamiento antes y después de salir del agua.
Aunque pueda parecer lo contrario, en el surf intervienen tanto grupos musculares grandes -dorsal, hombro y espalda-, como pequeños, como tríceps, bíceps y deltoides, que demandan oxígeno en los momentos más intensos. Una buena preparación física requerirá por tanto trabajo aeróbico, ejercicios de coordinación y equilibrio, y trabajos específicos de fuerza, resistencia y flexibilidad, orientados a fortalecer el cuello y la zona abdominal y lumbar.
El tipo de tabla también determina cuán preparados tendremos que estar para aguantar más o menos horas. Te resumimos las cuatro principales:
Longboard. Son tablas de una longitud igual o superior a los 2,75 m. Son muy estables, pero a la vez muy pesadas, por lo que no requieren un dominio muy alto del equilibrio, aunque sí fuerza para transportarlas.
Shortboard. Tablas entre 1,50 y 2,10 m. Son las más utilizadas en la actualidad: requieren un control importante del equilibrio, y aunque son tablas que pesan muy poco, requieren fuerza para sobrepasar la ola en la remontada. Pueden tener entre una y cuatro quillas.
Thruster. Tablas con tres quillas, muy ligeras y finas. Requieren un control muy alto del equilibrio y una técnica bastante buena para poder disfrutarlas en el agua, ya que con poco impulso se deslizan a gran velocidad.
Bigwaves. Las olas gigantes de más de 6 metros tienen cada día más adeptos. Para 'cogerlas' se utilizan unas tablas con cinchas, que son remolcadas hasta colocarse en la pared de la ola. La estructura de la tabla es fina y alargada para conseguir una velocidad superior a la de la ola, y no ser tragados por el tubo de agua. Su preparación física es extrema.