La tercera jornada de Fashion Week Madrid ha comenzado con el desfile de una diseñadora cuya principal seña de identidad es el trabajo minucioso, casi artesano, de sus creaciones. Y, en este sentido, Teresa Helbig no ha defraudado porque ha presentado una colección para la próxima temporada que muy bien podría calificarse de preciosista.
Inspiración: No ha sido la primera diseñadora que en esta pasarela ha vuelto sus ojos a esas mujeres que poblaban las noches de los clubes de jazz de los años 20 y 30. Mujeres atrevidas y rompedoras, pero al mismo tiempo delicadas y muy femeninas.
Líneas de la colección: Hay una prenda que asume un protagonismo indiscutible dentro de sus propuestas y ésa es el vestido de cóctel, de talle muy largo y cadera baja; aunque también ha habido un espacio para los vestidos largos, concebidos para vestir la noche. Sin embargo, ambos poseen un denominador común: la riqueza de los detalles de su confección, ya sea mediante la incrustación de aplicaciones de pedrería de cristal y perlas o a través de la inclusión de tiras de seda, que con su efecto óptico rectilíneo contribuyen a acentuar la languidez de las modelos.
Aparte de los vestidos también hay espacio para otro tipo de prendas, mucho más funcionales, como pueden ser los shorts o lo pantalones pitillo, de talle bastante alto. Teresa Helbig recurre también a un tejido tan clásico como el ‘príncipe de Gales’ para unos pantalones que son interpretados en clave más moderna.
Tejidos: En la colección destaca especialmente el cuero, la lana, la seda o el terciopelo, pero también las sutiles transparecias que proporcionan las organzas y las gasas.
Un detalle: las plumas le sirven a la diseñadora para confeccionar abrigos, capelinas, estolas, chalecos o manguitos.