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Hace unos años resultaba impensable imaginar que esas pesadas gafas de montura metálica y concha que llevábamos a regañadientes acabarían convirtiéndose en un must del mundo de la moda, a la altura de pasarelas como París o Milán. Hoy en día, sin embargo, las gafas de ver se han convertido en un complemento más con el que completar nuestro look. Y, como tal, se rigen por las tendencias marcadas por los principales diseñadores y firmas del mundo. Nuevos materiales hiperligeros, cristales inteligentes que se adaptan a tus necesidades, gafas que pasan de ser de visión a solares en cuestión de segundos, y, sobre todo, un amplísimo catálogo de formas, colores y estilos, han hecho que lo que antes suponía una auténtica molestia para algunos, sea hoy uno de los accesorios it del momento, junto a los bolsos. (Si quieres ver las últimas novedades que los diseñadores más 'in' han creado para el grupo Safilo, entra en nuestra galería de imágenes).
Lo último entre los más fashion: disponer de varios pares, no ya par alternar las clásicas gafas 'de cerca' y 'de lejos', sino para poder combinar los distintos modelos con tus outfits del día a día, sin tener que romperte la cabeza. Unas de montura de pasta, de inspiración geek, otras de acetato superligero, y un tercer juego con la montura al aire, serán más que suficiente para ofrecer un aspecto dinámico y a la última en todo momento. Eso sí, antes de adquirir unas, prueba la mayor gama de colores posible en la óptica hasta dar con uno que case con el color de tus ojos y tu tono de piel.
A la hora de escoger, además del color, es importante que tanto la forma como el tamaño de la montura realcen tus facciones y sean proporcionadas al óvalo. De este modo, las caras largas se acortan con las gafas que se extienden más allá de las sienes, las más redonditas se compensan con formas angulosas, mientras que los mentones prominentes contrastan mejor con las gafas de formas suaves y redondeadas. La nariz también juega un papel importantísimo a la hora de elegir qué gafa nos queda mejor: sea como sea su forma, las gafas deben sostenerse sobre ella de manera que queden siempre a la altura del contorno del ojo, y tener el tamaño adecuado para no achatarla ni alargarla de más.
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