Hace algún tiempo te contamos que lo último en calzado importado desde Inglaterra eran los slippers, unas curiosas zapatillas de terciopelo bordadas, que se combinan lo mismo con unos tejanos que con un esmoquin, y de las que celebridades como Lapo Elkann, los hermanos Medina o Flavio Briatore se han convertido en auténticos abanderados. Lo cierto es que la tierra de los lord y los gentlemen posee una larga tradición zapatera que a lo largo de las décadas se ha expandido al resto del mundo. El más clásico, el zapato Oxford, un imprescindible del armario masculino, elaborado artesanalmente en cuero y perfectamente cerrado con cordones. ¿Sabes todo lo que hay que saber sobre él? Te damos las claves.
Flema británica: Church's (arriba) y Crockett & Jones (abajo)
Modelos
El Oxford es, por tanto, un clásico atemporal, que ha sufrido escasas variaciones desde que se pusiese de moda a finales del siglo XIX. Sus tres formatos -plain (el más formal, liso y sin ornamentación), semi-brogue (con discretos troquelados y punteados) y full-brogue (con la puntera profusamente decorada)- han mantenido su fórmula inmune al paso del tiempo.
Cuándo llevarlo
Seguramente, su versatilidad es una de las claves que ha hecho a este zapato tan popular: es perfecto tanto para el día a día en el trabajo como para acudir a una boda, siempre y cuando respetemos el protocolo del color (el marrón siempre es más informal) y la decoración (cuanto más decorado, más se considera de uso diario).
No confundir con...
Mocasines y slippers.
Unisex
Aunque no son cien por cien reutilizables por ambos sexos, la elegancia del zapato Oxford, con una forma cuadrada en la puntera,(alarga y estiliza las piernas), y coquetos cordones, ha sido adoptada por el universo del calzado femenino en multitud de variantes: abotinados, masculinos, con tacón...
Chic trend
A pesar de su longevidad, el zapato Oxford se considera uno de las tendencias de este otoño, gracias al revival del brit chic: ya no es necesario relegar el Oxford a los looks de chaqueta y corbata. Cuadros escoceses, cardigans de punto, pantalones pitillo y pajaritas combinarán a las mil maravillas con este zapato clásico. Olvídate de las zapatillas de deporte y tus zapatos de piel de toda la vida; el look dandy es lo que se lleva.