Quieres tener un perro pero estos miedos te lo impiden
A veces este deseo se frena por la responsabilidad que implica y la incertidumbre de no saber adiestrarlo o integrarlo en las rutinas de tu casa. Si quieres uno, pero te asustan las consecuencias, piensa en estas razones.
Abrir la puerta de tu casa a un nuevo miembro no siempre es fácil. Si nunca has tenido mascota, la sensación de responsabilidad e incertidumbre sobre el comportamiento del animal y nuestra capacidad de convivir con él puede suponer que te acabes cerrando a disfrutar de su compañía, por mucho que te atraiga la idea general de ser dueña de un animal.
No me podré ir de vacaciones
Si tienes costumbre de viajar y temes que no dispondrás de nadie de confianza para cuidar de tu perro cuando tu no estés en casa, es importante que tengas en cuenta su tamaño: si es pequeño puedes llevártelo contigo sin mayor problema. Los perros que no superan los cuatro kilos pueden entrar en un transportín de viaje (de lona, que puede ser doblado y guardado con facilidad) y subir contigo a la cabina de avión, vagón de tren y acompañarte en tus desplazamientos en coche o taxi.