Las prendas de corte militar en fucsia o naranja dominaron el tramo final del desfile de Louis Vuitton
El relevo generacional que Kim Jones le ha dado a la línea masculina de Louis Vuitton cogía carrerilla ayer en París en uno de los desfiles más esperados y que congregaba a un mayor número de invitados hasta el momento: la segunda jornada de la fashion week parisina llegaba a su punto culminante a media tarde, con el pase de la legendaria firma de piezas de viaje, reconvertida hoy en casa de modas de lujo. Su propuesta: un viaje, precisamente, por la frontera norte de India, con brillantes combinaciones en naranja y hot pink -dos colores en principio esquivos a la moda masculina pero que han tenido un papel destacado en lo que va de certamen-, sobre prendas de corte militar.
Igual de inspirado ha estado en esta ocasión Haider Ackermann, que desplegaba una pequeña selección de suntuosas prendas joya en un formato ajeno al desfile (donde la visualización de cada modelo se prolonga apenas durante treinta segundos), cambiando la pasarela por un entorno más relajado, una suerte de 'stand-up', donde se puede conversar o incluso disfrutar de un pequeño aperitivo mientras se van desvelando poco a poco las nuevas creaciones.
Haider Ackermann idealiza un tipo de moda que fluye del armario del hombre al de la mujer
Terciopelo, jacqard, seda... tejidos ambiguos que contaron con una fuerte presencia masculina y la 'incursión' disimulada de dos modelos con ropa de mujer (Saskia de Brauw y Liya Kebede), poniendo de manifiesto la capacidad de las prendas para fluir de uno a otro armario. Más transgresiones: los malvas, lavandas y pasteles de Andrea Crews y 3.1 Phillip Lim, que compaginan estructuras deportivas y de sportswear con tejidos ultraligeros, patrones oversize o logomanía.
¿Qué más se vio en la tarde de ayer en París? Descúbrelo en la galería de imágenes.
)
)
)
)
)
)
)
)
)
