Roger Federer ha sido uno de los primeros deportistas de élite en probar Google Glass
La polémica en torno al uso de Google Glass, las gafas desarrolladas por Google que permiten consultar redes sociales, navegar por Internet o incluso hacer llamadas telefónicas sin apenas mover un dedo, podría tener los días contados, especialmente a medida que aparecen nuevos usos para el -aún carísimo: su precio actual ronda los 1.200 euros- dispositivo desarrollado por el gigante tecnológico. Uno de los últimos en sumarse no ha sido otro que el tenista y multicampeón Roger Federer, que acaba de hacer público uno de los vídeos grabados con la gafa en cuestión, durante un entrenamiento mano a mano junto al extenista sueco, Stefan Edberg.
El vídeo muestra apenas unos pocos segundos de juego entre ambos deportistas, durante un suave peloteo con algunos curiosos a pie de pista. Con algún que otro fallo técnico, relacionado sobre todo con la estabilidad de la cámara durante el juego, las gafas de Google desvelan el que podría ser el futuro más próximo de la retransmisión de los eventos deportivos: la posibilidad de vivir como espectadores una final del campeonato de Wimbledon, o un gol decisivo en la Liga de Campeones, a través de los ojos de las grandes estrellas del deporte y escuchando sus comentarios en directo.
Este tipo de vídeos se han popularizado en los últimos meses, especialmente desde el lanzamiento comercial de Google Glass en el mes de abril: la nueva experiencia tecnológica de la gafa abría entonces un intenso debate en torno a la privacidad (es imposible detectar cuándo el dispositivo está grabando en un entorno privado), especialmente en un mundo poblado de pantallas y teléfonos con cámara integrada.
El producto también podría influir en el futuro de las intervenciones quirúrgicas, el periodismo o la aeronáutica.