A veces, la popularidad de los términos de nuevo acuño -como selfie, la palabra más importante de 2013-, prenden con la misma intensidad que una cerilla sobre un montón de hojarasca. Twitter y Facebook lo corroboran: si una tendencia es tan evidente a los ojos de las redes sociales, lo propio as darle un nombre y que sea lo que Instagram quiera. Esto es, a grosso modo, lo que ha pasado recientemente con el comentadísimo beauty look de Jared Leto, el ganador al Oscar a la mejor interpretación masculina, y que lleva dos meses protagonizando algunos de los momentos más memorables de las diferentes red carpet al otro lado del Atlántico.
El cabello de Leto tiene nombre: hommebré. Un término acuñado para él por su estilista personal, Chase Kusero, tal y como desvelaba él mismo a la revista 'New York Magazine', y que resulta de la unión entre homme ('hombre' en francés) y ombré ('sombra', también en francés), la tendencia capilar que ha traído de cabeza a mujeres de medio mundo, y que hemos visto repetida en las cabelleras de it-girls varias, como Alexa Chung o Jessica Alba.
La melena por debajo de los hombros del actor se presta a este tipo de coloración, que afecta sólo a las puntas. La fórmula de su éxito: el perfecto equilibrio que parece haber alcanzado la melena del líder de 30 Seconds to Mars, ligeramente desvaído en las puntas pero intenso en la transición intermedia, con un suntuoso toque dorado que, a pesar de todo, sigue resultando natural.
Tan comentado ha sido el resultado que la diatriba de si el actor llevaría finalmente el cabello suelto o recogido en un man bun (moño masculino) a los Oscars, hacía correr ríos de caracteres en Twitter en las horas previas a la gran fiesta del cine. El intérprete se ha convertido así en el primer hombre (al menos que sepamos) en atreverse con esta técnica, apostando por la raíz en un color natural y el acabado de mechas californianas en las puntas.
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