Los mitos en torno a la alimentación -los alimentos beneficiosos y los que son verdaderos caballos de Troya-, tienen en el café uno de los pilares que más controversia ha generado entre nutricionistas y consumidores, especialmente los amantes del buen grano. Para estos últimos, nada como adscribirse al reciente estudio desarrollado por el Instituto Karolinska, en Estocolmo, para defender a capa y espada el consumo de una de las bebidas más populares del mundo: beber café a diario podría reducir en un 20 por ciento el riesgo de padecer cáncer de próstata entre los hombres.
El motivo: los grandes bebedores de café tendrían menos probabilidades de desarrollar un tumor que quienes no beben nada en absoluto, o sólo unas pocas tazas al día, ayudando a prevenir el cáncer localizado. Para llegar a esta conclusión, los expertos estudiaron a más de 45.000 hombres de entre 45 y 79 años durante un período de doce años, a fin de concluir cuántos desarrollaban cáncer de próstata localizado, avanzado o fatal.
Los datos de los hábitos dietéticos de estos hombres, entre los que se encontraba el consumo de café, concluían así que quienes bebían seis tazas o más al día reducían sus posibilidades de padecer este tumor localizado en un 20 por ciento, mientras que aquellos que tomaban cuatro o cinco tazas diarias presentaban una reducción en torno al 7 por ciento.
Los investigadores suecos no han sido los únicos en desarrollar un estudio de este calibre: el Fred Hutchinson Cancer Research Center, en Seattle, desvelaba una investigación similar el pasado mes de agosto, realizada entre más de mil supervivientes de cáncer de próstata -también con edades comprendidas entre 35 y 74 años-, y que concluía que los pacientes que bebían cuatro o más tazas al día presentaban una reducción del 59 por ciento del riesgo de recurrencia del tumor, en comparación con aquellos que sólo bebían una taza o menos por semana.
La relación entre el grano de café y el cáncer no es, de hecho, una novedad entre los estudios de campo: hace ya tiempo que se especula con la relación inversamente proporcional que presentan los bebedores de café frente al riesgo de desarrollar un tumor prostático, aunque, al contrario de lo que se pueda pensar en un principio, la cafeína no sería un factor determinante, al menos no tanto como otros componentes de la propia semilla. Una buena noticia para los amantes del descafeinado.
El cáncer de próstata es el tumor más frecuente entre los españoles, y el segundo más letal entre la población masculina, con una incidencia de uno entre cada seis hombres. Según la Asociación Española Contra el Cáncer, en España se diagnostican aproximadamente 25.000 casos anuales, representando hasta el 21 por ciento de los tumores entre hombres con edades comprendidas de los 60 a los 80 años, aunque existe un número significativo de casos a partir ya de los 50.