Este verano, no pierdas la forma
Consejos para recortar calorías y no perder la línea durante las vacaciones
Ya lo decía aquel anuncio hace unos años: 'las tapas del bar, la cervecita...'. El verano, y más concretamente las vacaciones veraniegas, es el momento del año en el que tendemos a descuidar más la dieta y el régimen de ejercicio que llevamos normalmente. Algo totalmente natural (al fin y al cabo las vacaciones son para disfrutarlas), aunque nunca viene mal tener en mente algún que otro consejo para evitar calorías innecesarias, y ahorrarnos sustos con la báscula a la vuelta.
Playa, sol, cervezas y tintos de verano, paellas a la orilla del mar... ¿Qué hacer para controlar los excesos en vacaciones? Uno de los trucos quemacalorías más habituales es mantenerse activos a pesar de la insistente llamada de la toalla o la tumbona. Los deportes en la piscina o a la orilla del mar son uno de los atractivos del verano. Planea un viaje de surf con los amigos, o, simplemente, sal a correr por la orilla cada tarde cuando ya haya caído el sol.
Frisbee, natación, algo de escalada, montar en bicicleta (o tandem, si es un viaje de a dos), senderismo, kayak... Los deportes al aire libre son uno de los hitos del verano, y aunque parezca contradictorio, te ayudarán a mantener altos tus niveles de energía y hacer la vuelta a la rutina más llevadera.
A la hora de mantener a raya las calorías, apuesta siempre que puedas por generosas ensaladas o verduras a la parrilla, y evita añadir extras como el pan o las bebidas gaseosas con alto contenido en azúcar. Recuerda que lo que restes por un lado lo podrás añadir por otro: si estás planeando comer o cenar fuera, desayuna ligero y procura comer pescados o carnes magras el resto del día. A la hora de organizar una comida con amigos: las barbacoas son las estrellas de la estación, y permiten cocinar sin apenas grasa.
Y quizás, la recomendación más importante: retrasa el consumo de alcohol todo lo que puedas. Si empiezas a beber a las 12 de la mañana, es más que probable que a ese vaso de cerveza o vino le sigan muchos más, con su consiguiente letargo (y por tanto escasas posibilidades de practicar ningún ejercicio durante el resto del día). Mantente activo por las mañanas, sustituyendo el acohol por zumos, refrescos bajos en calorías, té frío o agua, y deja las copas para la media-tarde o noche.
¡Feliz verano!