De las ciudades imperiales marroquíes a Yves Saint Laurent. La propuesta de Jean Paul Gaultier para la próxima temporada primavera-verano rinde homenaje a algunos de los referentes clave que el diseñador ha tenido en mente en prácticamente cada colección de su carrera. Emplazando su desfile en un improvisado hammam o baño turco, los diseños masculinos vistos en París hasta el momento incorporan faldones, chilabas y túnicas al atuendo diario del hombre del siglo XXI.
Turbantes, chaquetas patronadas a juego con shorts y prendas de vestir de corte tradicional escondidas bajo caftanes, abren paso a las creaciones más arty, que parecen salidas de los lienzos y paletas de Jackson Pollock. Los grandes favoritos: los estampados, que adquieren una nueva dimensión gracias a la realidad 3D.
Otro diseñador que se ha decantado por las hechuras XL ha sido Rick Owens, quien esta vez apuesta por las prendas monacales como fuente de inspiración, presentando una peculiar colección casi monocromática que se aleja del concepto tradicional del vestuario estival.
Larguísimos abrigos abotonados, camisolas asimétricas y referencias a la climatología en forma de tormentas, con enormes motivos en tonos blanco y gris, nos hacen pensar en el inicio del otoño más que en los calurosos meses de verano que se avecinan.
Más colorista ha sido la propuesta de Raf Simons, quién toma los shorts de vestir como piedra angular del armario masculino de verano, combinándolos con bikers y blazers en delicados tonos pétalo, musgo o naranja. La prenda ideal para rematar este look: la camisa blanca básica del fondo de armario.
Por su parte, Viktor&Rolf, quienes esta temporada mantienen una línea creativa más comedida de lo habitual, brillaron, y de forma literal, en París, gracias a una amplia selección de prendas en tonos arena, nudes, grises y negros, bordadas con aplicaciónes metálicas. Las prendas clave: las chaquetas desenfadadas, los pantalones de pinza y las hechuras de inspiración años 40.