Aunque cada vez son más los hombres que deciden someterse a tratamientos estéticos orientados a mejorar el aspecto del rostro o del cuerpo en general, es cierto que, muchas veces, ellos parecen envejecer mejor o más lentamente que nosotras, a pesar de que al comparar un armario con otro, nuestro repertorio de cremas y productos cosméticos multiplique el suyo.
La explicación, sin embargo, existe y es científica. Las hormonas y una estructura ósea más fuerte son los principales motivos por los que el envejecimiento se retrasa más en el caso de los hombres: así lo afirma la Dra. Natalia Ribé, presente en el máster de Anatomía y Envejecimiento facial organizado por Merz Aesthetics este fin de semana, y en el que han tomado parte 311 médicos especialistas en medicina estética, dermatología y cirugía plástica.
El hombre tendría, por tanto, activas las hormonas durante más tiempo, y aunque la andropausia también les afecta, las consecuencias sobre la piel son menores que en el caso de la menopausia femenina. Además, las hormonas masculinas generan más grasa y evitan la flacidez típica del paso de los años. Esto, unido a una estructura mandibular y unos pómulos más gruesos, que sostienen mejor la piel y los músculos del rostro, sería la fórmula idónea para afrontar el paso del tiempo.
En lo que respecta a las arrugas, los hombres tienen la piel un 20 por ciento más gruesa lo que propicia que los años se dejen ver más tarde en el rostro masculino. Eso sí, en lo que respecta a los factores que disparan el envejecimiento celular, las mujeres tienen la batalla ganada: nosotras tenemos interiorizadas ciertas rutinas de higiene que resultan determinantes para conservar un cutis terso, sano y joven, mientras que ellos adquieren con más facilidad malos hábitos alimentarios y de afeitado y cuidado de la piel, que suman puntos (y años) a su piel.
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