El sentido del humor de Alber Elbaz, la cabeza pensante detrás del equipo creativo de Lanvin, no es algo que venga de nuevas: ya la campaña que promocionaba el lanzamiento de su colaboración con H&M la pasada temporada dejaba entrever que al exquisito diseñador, de origen marroquí, le gusta coquetear con la línea que separa la ironía de la genialidad que caracterizan sus creaciones para la casa francesa.
Su última osadía: desafiar los cánones más convencionales y obsoletos del mundo de la moda con un original y polémico vídeo promocional, en el que cuatro modelos, entre los que se encuentran las tops Raquel Zimmermann y Karen Elson, lucen las carísimas joyas y prendas otoño-invierno de la legendaria maison, mientras bailan al ritmo de reggaetón. Un vídeo divertido y sorprendente donde los haya, que pone de manifiesto la capacidad de la casa para reinventarse año tras año, sin perder frescura en sus colecciones.
Como no podía ser menos, no faltan los modelos masculinos, representados por Lowell Tautchin y Milo Spijkers, protagonistas de algunos de los pasos más desconcertantes del clip, y que parecen disfrutar de lo lindo del tema de Pitbull, ‘I Know You Want Me (Calle Ocho)’, que suena de fondo.
Lanvin, otoño-invierno 2011-2012
Las prendas y complementos, pertenecientes a la colección de invierno de Lanvin, mantienen el estilo años 30 que la firma ya dejó ver sobre la pasarela de París, y entre las que no faltan las gabardinas de corte slim, las chaquetas de terciopelo, alguna que otra prenda metalizada y los sombreros de ala ancha, abarcando una amplia gama de grises, granates, mostazas y tostados.
El guiño final viene de la mano del propio Alber Elbaz, que lejos de quedarse a la sombra tras las cámaras, protagoniza también una pequeña performance en la última escena del spot, relegando a los modelos al fondo con un divertido gesto mientras las letras que componen la palabra ‘Lanvin’ se imprimen en blanco sobre la imagen. El éxito de la campaña publicitaria en las redes sociales ha sido tal, que la propia firma ha organizado un concurso de baile a imagen y semejanza del que ‘perpetran’ los modelos en la pantalla, cuyo desenlace coincidirá con la Vogue’s Fashion Night Out de Nueva York.
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