Las garras metálicas y sus 1,89 metros de altura ya no serán suficientes para interpretar al poderoso Lobezno en la gran pantalla: en la nueva entrega de la saga X-Men, Hugh Jackman será, además, casi el doble de grande. Al menos ese es el objetivo del director Darren Aronofsky, que ha pedido al actor australiano que lleve a cabo una intensa transformación física, que le lleve a acercarse más al imponente físico del clásico personaje de los comic Marvel.
Hasta 6.000 calorías ha confesado consumir a diario el actor, en una entrevista concedida al periódico norteamericano Los Angeles Times. Una dieta que supone una ingesta energética casi tres veces superior a la de un hombre adulto medio, y que solo pueden permitirse deportistas de élite, como ciclistas, culturistas o esquiadores de fondo, cuyas dietas oscilan entre las 5.000 y las 7.000 calorías diarias, o el caso más extremo, el nadador Michael Phelps, que llego a ingerir hasta 10.000 calorías al día durante sus entrenamientos para los Juegos Olímpicos de Pekín.
El objetivo: potenciar su aspecto físico respecto a la película ‘Lobezno’, estrenada en 2009, y en la cual el actor ya pesaba 10 kilos menos de los que luce ahora, cuando aún se halla inmerso en las tareas de pre-producción del rodaje. El actor, además, explicó que uno de los requisitos del director, que ha saltado a la fama estos días tras ‘transformar’ a la actriz Natalie Portman en un ‘cisne negro’ para su última película, es parecer más grande y menos alto de lo habitual, ‘más parecido a Mike Tyson que a Clint Eastwood’.
Este tipo de dietas, que al contrario que las dietas hipocalóricas son ricas en hidratos de carbono (entre un 50 y un 75 por ciento de los nutrientes ingeridos durante todo el día), sólo son asequibles con un plan de ejercicios de alto rendimiento, que permita consumir toda la energía extra y transformarla en un incremento de la masa muscular.
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