Las cifras no mienten: sólo en Europa cada año se detectan unos 346.000 casos de cáncer de próstata. Un tumor que causa anualmente la muerte de unos 5.800 españoles, y que hace de este tipo de cáncer uno de los más agresivos entre los hombres, sólo por detrás del de pulmón y el de estómago. La clave para atajar sus consecuencias: las revisiones periódicas y la detección precoz, que permiten aplicar al paciente un tratamiento eficaz desde el primer momento. El diagnóstico temprano es, pues, clave a la hora tanto de prevenir como de curar, ya que a pesar de tratarse de una enfermedad extendida entre la población masculina, el tratamiento del cáncer de próstata garantiza, a día de hoy, la supervivencia en un 80 por ciento de los casos que se detectan a tiempo.
Por este motivo, los urólogos recomiendan revisar el estado de la próstata anualmente a partir de los 50 años, 45 en los casos en los que existan antecedentes familiares. Este mensaje de prevención, que además pone de manifiesto que la ausencia de síntomas y molestias es algo común entre los pacientes, haciendo la enfermedad difícil de detectar sin una visita al médico especialista, es el que se pretende difundir desde la Asociación Española de Urología con motivo de la Semana Urológica Europea, una cita médica orientada a la salud masculina, y que se celebra estos días a lo largo y ancho del continente.
Durante esta semana, además, los expertos ponen especial hincapié en señalar a otras enfermedades y trastornos relacionados con esta pequeña glándula, que, aun siendo menos virulentos que el cáncer, afectan igualmente a un gran numero de hombres, como son la prostatitis, la hiperplasia benigna o la disfunción eréctil.
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