'Bordar' una entrevista de trabajo es algo que sólo se consigue con la práctica: en estos casos, nuestra imagen resulta casi tan importante como un buen currículum, y es fundamental cuidar todos los detalles para reforzar esa primera buena impresión. ¿Tienes una entrevista 'a la vista'? No te pierdas nuestros consejos pra acertar con tu look.
- Lo más importante a la hora de escoger qué ropa llevar a una entrevista es que tengas en cuenta el tipo de empresa y el sector. No se espera lo mismo de un analista que de un diseñador gráfico, por lo que es importante ser consciente de a dónde vas antes de enfrentarte al armario. Dentro de los trabajos de oficina, existen, ademas, diferencias entre las empresas de corte clásico y las más modernas: mientras en unas te pedirán lucir traje de chaqueta y zapato cerrado día sí día también, en otras siempre existe la posibilidad de acudir con un sencillo polo y mocasines, o incluso mas informal, con jeans y zapatillas.
- Si no te queda más remedio que ir en traje, apuesta por lo seguro: olvida las estridencias, al menos hasta que hayas superado la etapa de las entrevistas, y busca tonos neutros en colores oscuros, sin estampados extravagantes ni chillones. La corbata: aunque hay entrevistas en las que cuesta incluso respirar, es imprescindible. No te la olvides.
- Una vez definido el tipo de atuendo que vas a llevar, procura hacerte con un modelo que te resulte cómodo, que no te dé demasiado calor (no hay nada peor que presentarse ante un posible futuro jefe o a un empleado de recursos humanos con sudor en las manos o la cara llena de brillos) y te permita moverte con libertad.
- La clave para causar una buena impresión antes incluso del apretón de manos es toda una estrategia de marketing, así que ¡véndete! Procura que el vestuario defina sutilemente tu personalidad, cumpliendo siempre con el protocolo requerido en estos casos. No olvides que en muchas empresas y puestos de trabajo (cara al público, comerciales, consultores...) se considera al trabajador como parte de la imagen que la compañía da de sí misma.
- Los complementos: pocos. Anillos (a excepción de la alianza para los casados), colgantes o la pulsera que compraste en la playa, quedan totalmente desterrados en favor del clásico reloj, con correa en piel o acero, la ya mencionada corbata y un cinturón a juego con los zapatos. El maletín siempre resulta útil para transportar el curriculum y otros documentos que puedan servirte de utilidad. Nuestro consejo: sustitúyelo por un portafolio ligero.
Ánimo y... ¡suerte!