Parece una película de ciencia ficción, pero el coche 'supersónico' existe, y está a apenas un paso de hacerse realidad: el sueño de los amantes de la hipervelocidad ha tomado forma definitiva esta semana, tras desvelarse, por fin, y tras tres años de complicados estudios aerodinámicos e infinitas modificaciones, el prototipo a tamaño real del Bloodhound Supersonic Car, un audaz vehículo desarrollado en Reino Unido, que se espera que alcance los 1.600 kilómetros por hora.
Trece metros de largo y seis toneladas de peso (sólo la replica elaborada en poliestereno y fibra de vidrio pesa casi mil kilos) dibujan las extraordinarias dimensiones de este supercoche, mitad vehículo, mitad kazaa, y cuya construcción está financiada por Richard Noble, un reconocido piloto escocés, quien ya se encargó de comandar el diseño del primer vehículo capaz de atravesar la barrera del sonido.
El aspecto del coche supersónico, que se asemeja al de un afiladisimo lapicero para que las leyes de la aerodinámica le permitan pasar de 0 a 1000 km/h sin desestabilizarse, es lo más lejano al tradicional coche cinco puertas, pero, aún así, se espera que esté listo para echar a 'rodar' a finales de 2012. Tres motores, y los mismos caballos que 180 coches de Fórmula 1 juntos, serán los encargados de batir todos los récords de velocidad sobre tierra de la historia.