Un viaje más de negocios. Un rápido vuelo de ida y vuelta, que debería ser algo rutinario y sencillo, pero que acaba convirtiéndose en una auténtica pesadilla cuando se trata de hacer la maleta. Encajar el neceser, seleccionar el calzado, intentar que no se arruguen las camisas... ¿Cómo se organiza una maleta?
Lo primero y más importante es escoger el equipaje: si es un viaje corto, bastará con que lleves un maletín de mano, que puedas meter en la cabina y así olvidarte de las largas colas de facturación (entérate antes de la política de la compañía a cerca de las dimensiones permitidas como equipaje de mano). Si por el contrario vas a necesitar camisas y traje, necesitarás llevar más bultos, así que, paciencia.
Haz hueco y ahorra espacio. Sé inteligente: si tienes opción, llévate solo prendas de colores neutros que te permitan combinar fácilmente. Si eliges un traje de rayas que solo puede ir con aquella camisa, que, a la vez, tiene un cuello que encaja únicamente con esa corbata, acabarás con un pila incalculable de prendas que llevar contigo.
Escoge una maleta ligera y flexible: permite mayor margen a la hora de encajar dentro lo que vamos a llevar, y es más probable que puedas meterla en el avión sin tener que pagar tasas extra por exceso de equipaje.
Organiza la ropa de abajo hacia arriba: primero las camisas, perfectamente dobladas (si las colocas alternando la posición mantendrás los cuellos intactos durante mas tiempo), a continuación los pantalones y por ultimo los zapatos. Un truco muy eficaz para absorber impactos entre capas y olvidarte de las temidas arrugas es colocar una capa de 'aislante' entre una pila y otra, como una revista de papel o un libro muy fino. Optimiza el uso del espacio rellenando los zapatos con objetos pequeños y blandos, como calcetines y ejecutivos.
Mantente fiel a las normas de seguridad: si vas a llevar únicamente equipaje de mano, recuerda que todos los líquidos han de ir envasados en recipientes de 100 ml., y que deben caber en una bolsita transparente.
No olvides elaborar una lista con todo lo que llevas, y guardarla a buen recaudo dentro de la maleta: ahorrarás un tiempo precioso en el hotel, cuando tengas que volver a hacerla y no tengas que andar haciendo memoria sobre esto o aquello que crees haber llevado contigo.
No olvides lo básico. A veces lo mas sencillo es lo que antes se nos olvida guardar: ropa interior, pijama, pasta de dientes, desodorante... ¿Varios pares de zapatos? Elige llevar puestos los mas pesados o los que mas abulten.
No me cabe... ¿qué hago? Si has repasado una y otra vez lo que vas a llevarte y aun así no te cabe, prueba a enrollar algunas prendas: ocupan muchísimo menos espacio y, en ocasiones, el sistema incluso ayuda a salvarte de alguna arruga. Jerséis de lana, camisetas, corbatas y calzoncillos son especialmente agradecidos.
SOS arrugas. ¿Has abierto la maleta y la camisa que esperabas lucir esta noche tiene una terrible arruga que cruza de izquierda a derecha? No te estreses: cuélgala de una percha en el baño, y date una relajante ducha caliente. El vapor del agua hará el resto.
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Imagen: Louis Vuitton bags