El Plaza Athénée: un rincón en el París más glamouroso

Si París es una ciudad que siempre visito con sumo placer, el motivo que me lleva de nuevo a pasear por sus imperiales avenidas y enconadas calles de los viejos barrios bohemios, resulta extremadamente atractivo. Mi nombre está incluido dentro de la lista de elegidos vip’s que van a tener el gusto de alojarse en el Hotel Plaza Athénée para asistir a la inauguración de su nuevo bar y, ¡como no!, deleitarse con los soberbios platos que prepara el célebre chef Alain Ducasse, bajo cuya batuta se encuentra el restaurante del hotel.

MIRANDO ATRÁS

El Plaza Athénée fue reformado a fondo durante todo el año 1999 y, felizmente, compruebo con franca admiración que la transformación le ha cambiado el rostro para mejorarlo de forma ostensible pero sin perder ni pizca del encanto que le ha hecho famoso en el mundo entero. Al entrar se respira enseguida la atmósfera de bienestar y discreto lujo, muy de mi agrado.
Su historia arranca en 1911 en la elegante Avenue Montaigne, junto al Theatre de Champs El ysées; el Plaza se convirtió en el hotel de los músicos y los intérpretes de la época. La apertura de la maison de alta costura de Christian Dior en la misma avenida no hizo sino incrementar la aparición de ilustres personajes que sabían que para ver y hacerse ver, la cita en el Plaza Athénée era inexcusable; además, su carta era inmejorable y su coctelería no tenía rival en todo París.


EN LA ACTUALIDAD

Fabulosas boutiques como Dior y Nina Ricci e imponentes joyerías como Harry Winston y Bulgari siguen allí, aunque de pronto todo ha cambiado una vez más. La Avenue Montaigne y su Plaza Athénée han adquirido una imagen joven, se han vuelto a poner de moda. Incontables diseñadores de todas las nacionalidades han tomado el relevo de la costura tradicional y nuevos y sugerentes restaurantes atraen a una clientela más joven y el look renovado del hotel es el centro de este nuevo ambiente.