Fue un día emotivo, lleno de instantes para el recuerdo. Si de alguna manera se puede describir la boda de Verónica Cuevas, hija de Victoriano Valencia y hermana de Paloma Cuevas, con Manuel Pino es con la palabra inolvidable. La novia estaba radiante, igual que su hermana que estuvo pendiente en todo momento de los detalles y de sus niñas, Paloma y Bianca, que fueron las encargadas de llevar las arras junto a sus primas. Ante la atenta mirada de su madre, una madre entregada a sus pequeñas y orgullosa, las dos desfilaron por el pasillo hasta el altar con vestidos diseñados por la propia Paloma, pequeñas joyas en color blanco con un detalle en azul pálido.
Nada mejor que el padre de la novia para definir lo que se vivió en la plaza de la Trinidad en la tarde del sábado 21 de junio. “Una procesión de mujeres bellas” dijo orgulloso Victoriano Valencia. Fue una tarde calurosa, calor de familia y amigos que arroparon a los novios. Llena de amor y de alegría, que quedará en la memoria de todos los que compartieron con ellos un momento tan especial y tan maravilloso. De eso no cabe duda.
Se celebra una Misa rociera en la preciosa iglesia de San Juan y Todos los Santos, decorada por la floristería Pinsapo, de Córdoba, que logró llenar el templo del aroma de la sierra, con romero, mestranzo y cientos de peonías. El templo tiene un significado muy especial para la novia ya que en él fue bautizada y recibió la Primera Comunión. Una vez convertidos en marido y mujer, Verónica y Manuel salieron en medio de una lluvia de pétalos de rosa y aplausos para trasladarse al cortijo de Torre de la Barca.
En la fiesta les esperaba una sorpresa inesperada: un mariachi, al frente del cual está Enrique Ponce, que cantó como un auténtico charro. Un regalo más de entre tantos que les hicieron familia y amigos en su gran día.
Puede ver ahora en nuestra galería de fotografías más imágenes de este inolvidable día que no han sido publicadas, en la revista ¡HOLA! de esta semana que les ofrece un amplio reportaje del enlace de la pareja.