“No se cómo lo hicimos, pero lo hicimos” con esta frase ha definido Lilly Kerssenberg sus cinco años de matrimonio con el ex tenista Boris Becker junto al que tiene un hijo en común, Amadeus, de cuatro años. Durante este periodo muchos han sido los rumores de crisis entre la pareja que ha sabido hacer oídos sordos y disfrutar de su amor. "Es una pena que mucha gente haya intentado separarnos. Pero nosotros sabemos lo que tenemos juntos” comenta Lilly en una entrevista concedida a la canal de televisión alemán RTL.
Felices y enamorados, el matrimonio se ha dejado ver por las calles de Londres a bordo de un impresionante deportivo, un Mercedes-Benz SLS AMG, del que ambos descendieron muy felices y sonrientes, señal de que su amor va por muy buen camino y a toda velocidad.
Lilly, quien llegó al restaurante con un seductor vestido rojo con una sandalias doradas, que cambió por unos originales zapatos de tacón antes de entrar al restaurante, no lucía en esta ocasión el anillo de casada, un símbolo que hubiera levantado sospechas de no ser porque a su lado estaba su incondicional marido, aquel por el que ha tenido que vencer su timidez y acostumbrarse a ser un rostro público y gracias al cual se ha convertido en una de las caras más queridas de la televisión alemana presentando algunos de los realities de mayor audiencia.
Boris Becker y Lilly Kerssenberg contrajeron matrimonio el 12 de junio de 2009 en la localidad suiza de St. Moritz, en los Alpes Suizos, en una ceremonia civil en el registro del Segantini Museum, al que horas después siguió una ceremonia religiosa y la consabida celebración con numerosos invitados. Para la ocasión, la novia llevaba un traje de encaje, estilo sirena, de Carolina Herrera, en color marfil con bordados en forma de concha.